Nutrir las articulaciones a partir de los 50

Escrito por Mar Santamaria Sala el 20/06/2016

Nutrir las articulaciones a partir de los 50

Actualmente, es posible mantener la calidad de vida mientras vamos cumpliendo años. Cada vez somos más conscientes de que es importante cuidarse por fuera, pero también por dentro. El desgaste articular y la pérdida de masa muscular (y ósea) son, quizás, dos de las consecuencias de la edad que más pueden afectarnos en nuestro día a día y a nuestra capacidad funcional. Mantener un estilo de vida activo es indispensable para gozar de buena salud mental y física, pero ¿cómo podemos ralentizar el deterioro de huesos, músculos y articulaciones? La consulta de esta semana nos brinda la oportunidad de conocer los apoyos nutricionales para conseguirlo.

Consulta: Me han recomendado tomar colágeno para mantener la función de las articulaciones. ¿Es mejor tomarlo solo o combinado con otras sustancias? ¿Cómo puedo reforzar las articulaciones y la musculatura a pesar de la edad?

Tomar colágeno como complemento alimenticio (aproximadamente, unos 12 gramos al día) nos puede ayudar a conservar la masa muscular (porque se trata de una sustancia de naturaleza proteica) y a mantener los huesos y articulaciones en condiciones normales. Si, además, este colágeno se combina con vitamina C y magnesio, se está facilitando la formación de nuevo colágeno dentro del propio organismo, en la piel y en las articulaciones, que es donde más se necesita. Por ejemplo, Arkoflex Colágeno sabor vainilla 306g cumple con esta composición y le añade 25mg de ácido hialurónico (que facilita el movimiento de las articulaciones). Hay que tomar un cacito al día, diluido en agua o zumo. Su solubilidad es bastante buena y el sabor a vainilla, agradable.

También podemos ingerirlo a través de la dieta. Encontramos el colágeno en la carne y el pescado (sobre todo, en la piel), así como en muchas de las gelatinas para elaborar postres. Las personas con cierto desgaste articular, de edad avanzada o que practiquen deporte con intensidad, se van a beneficiar de la ingesta de colágeno. La proteína, como nutriente, cobra mucha importancia a partir de los 50 o 60 años. Es bien sabido que es necesario consumir cantidad suficiente de calcio y vitamina D para evitar la osteoporosis. Pero, mantener una buena masa muscular resulta igual de importante a medida que nos hacemos mayores.

A parte de la hidratación, no podemos descuidar el aporte proteico a estas edades. Las dificultades de masticación, el seguimiento de una dieta poco variada u otros factores pueden influir en una menor ingesta de proteínas. Éstas no solo proceden de la carne: las legumbres son una rica fuente de proteína vegetal, fibra, vitaminas del grupo B, calcio y hierro. Si combinamos lentejas con arroz, por ejemplo, obtenemos un aporte de proteínas completo y saludable. Las proteínas del huevo son las de mejor calidad para el organismo, por tanto, no hay que renunciar a este alimento tan polivalente, sabroso y fácil de cocinar. La “mala prensa” sobre su contenido en colesterol ha pasado a la historia. Pasado por agua o “poché” resulta delicioso y no hay ni que añadirle aceite para cocinarlo. Podemos acompañarlo con verduras al vapor y quinoa o arroz integral.

A edades avanzadas no siempre resulta fácil la práctica de ejercicio físico, pero podemos adaptarla para aprovechar igualmente sus beneficios. La bicicleta estática, por ejemplo, es una buena manera de fortalecer piernas y articulaciones (más segura que correr o ir en bicicleta) y de hacer un poco de ejercicio aeróbico. Incluso podemos encontrar “bicis estáticas de uso comunitario” en los parques de las grandes ciudades. Conozco a un señor de 91 años que cada día sigue esta rutina y ¡le ha desaparecido el dolor de artrosis en la rodilla! Además, aprovecha para dar un paseo. Los ejercicios dentro del agua no producen un impacto tan agresivo sobre las articulaciones. Si los practicamos en grupo, como el aquagym, nos relacionamos con otras personas y podemos pasar un rato muy agradable. Los estiramientos suaves también miman al sistema musculoesquelético. Y los ejercicios de resistencia muscular, como las pesas de 2 a 3kg, nos ayudan a mantener unos músculos bien fuertes; cada vez son más recomendados en personas mayores.

Espero que estas ideas sirvan para animar a nuestra usuaria y a las personas que, como ella, notan cierto declivio de la funcionalidad articular y muscular. Aquí estamos para asesoraros, no dudéis en enviarnos vuestras consultas e inquietudes.

¡Que paséis una agradable semana!