Los perfumes Salvador Dalí se distinguen por ser complejos, elegantes y excéntricos. Su composición tiene un tono floral con motivos orientales. Golpea con audacia y calidez picante. Las notas de salida son recibidas con bergamota, mandarina, albahaca, notas frutales y verdes que contrastan con el clavo, el incienso y los carismáticos aldehídos.
El acorde de corazón está construido a base de rosa y jazmín, bañadas en el aroma de lirio de los valles, la mimosa, los nardos, el lirio, el narciso, el azahar y la raíz de iris. La riqueza de la composición se refleja en la base, tejida con vainilla, sándalo, cedro, pachulí, paz, benjuí, musgo de roble, ámbar y almizcle. La botella está hecha en un estilo surrealista. Puede aplicarse el perfume en las muñecas, en la base del cuello y detrás de las orejas.