Aceite del árbol del té. Está indicado en el tratamiento de virus, hongos y bacterias dérmicos, gracias a su acción antiparasitaria. Facilita la reducción del acné y mejora su cicatrización, disminuye la inflamación de picaduras de insectos y combate las infecciones de piojos y liendres. Su uso mezclado con el champú elimina la caspa del cuero cabelludo.