Son medias de compresión finas, transparentes y de color negro sin brillo. La longitud llega justo debajo de la rodilla. Están elaboradas con poliamida, elastano y silicona en la autosujeción. Son muy fáciles de poner y resisten bien el desgaste. Pertenecen al tipo de compresión baja que procura una presión entre 15 y 20 mmHg.
Se trata de un producto sanitario regulado por la Unión Europea y dispone del correspondiente sellado. Varisma recomienda el uso en personas que padezcan de afecciones venosas crónicas y agudas de carácter leve, embarazadas con dolor de piernas y personas que deban permanecer mucho tempo de pie o sentadas.
Ayuda a prevenir accidentes trombóticos en pacientes hospitalizados o personas que deban realizar viajes largos. Se usan como paso intermedio para tolerar mejor compresiones más altas. Debe lavarse diariamente y desecharse cuando ha perdido su compresión.