Salud
Cómo tratar una picadura de medusa
Cada año en verano vamos a buscar la crema solar, sabemos que es un imprescindible para poder disfrutar del sol saludablemente, y también sabemos que dependiendo de nuestro tipo de piel necesitaremos un factor de protección más elevado o menos, pero ¿realmente conocemos todas las verdades sobre las cremas solares?
Hay algunos mitos y leyendas que rodean las cremas solares, por eso os queremos aconsejar sobre lo que realmente pasa en las siguientes situaciones:
- Cuando estamos en la sombra, bajo una sombrilla o incluso si el día está nublado, también debemos usar protección solar. Aunque no estemos expuestos directamente al sol, las radiaciones se reflejan, así que también pueden incidir sobre nosotros. Los días nublados pueden ser muy peligrosos, pues suelen dar la sensación de que no nos da el sol, pero aproximadamente el 90% de las radiaciones solares atraviesan las nubes.
- Después de conseguir un buen bronceado tenemos que seguir usando la protección solar, aunque dé la sensación de que ya estamos fuera de la zona de riesgo de quemarnos, el bronceado natural tiene una acción protectora baja frente a las radiaciones UVB y nula frente las UVA.
- Uno de los efectos negativos de las radiaciones UVA es que envejece la piel, propiciando la aparición de arrugas y manchas. Además la piel tiene memoria, así que los daños solares se acumulan en la piel.
- Un factor de protección solar elevado no impide broncearse. Las cremas solares protegen de las quemaduras y permiten que el bronceado se consiga minimizando riesgos y permanezca durante más tiempo.
- Los bebés y niños menores de 3 años tienen que protegerse muy bien del sol. Su piel es muy sensible ya que aún no es lo suficientemente madura para responder frente al sol, por eso es mejor evitar exponerlos directamente al sol.
Disfruta saludablemente del sol, tomarlo nos hace sentir mejor, nos proporciona felicidad e incluso nos ayuda a sintetizar vitamina D. ¡Aprovecha esta fuente inagotable de buenos momentos!
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