Cuando la crema anticelulítica no funciona

Escrito por Mar Santamaria Sala el 06/06/2016

Cuando la crema anticelulítica no funciona

Combatir la celulitis rebelde requiere constancia y paciencia. Hemos hablado en numerosas ocasiones de consejos y trucos para reducir su presencia y mejorar el aspecto de la piel de naranja. Pero, es cuando nos acercamos al verano, cuando prestamos un especial interés a temas de estética corporal. La celulitis es muy prevalente y objeto de muchas consultas. Si queremos atenuarla de forma eficaz, deberíamos cuidarla durante todo el año.

Consulta: He probado muchas cremas para la celulitis, pero no acaban de funcionar… ¿Qué es lo que falla?

La instauración de la celulitis es lenta y progresiva. Se puede clasificar según el grado de afectación (desde un grado 0 o de celulitis incipiente cuando aun no la visualizamos, pasando por los grados I, II, III, y hasta la celulitis generalizada). El grado de celulitis determinará el tipo de tratamiento a seguir. Pero tengamos en cuenta los factores más frecuentes que condicionan los resultados :

  1.  La acción combinada de un reductor de grasa en forma de crema (vía tópica, es decir, directamente sobre la piel: Thiomucase crema anticelulítica 200ml) y un complemento alimenticio que favorezca la destrucción del tejido adiposo (y, al mismo tiempo, mejore la circulación local: Thiomucase quemagrasas celulítico 30comp) es siempre más efectiva que realizar una sola estrategia de tratamiento.
  2. Otro factor que hace que el tratamiento resulte poco efectivo es el modo de aplicación incorrecto. Si aplicamos el producto de manera inconstante, sin realizar un buen masaje local para activar la circulación o sin realizar una exfoliación semanal con guante de crin, el resultado será menos satisfactorio.
  3. Cuidar los aspectos higienicodietéticos (los mencionamos muy a menudo, pero ¡son tan importantes…!) es el mejor aliado para la prevención y el control de la celulitis: buena hidratación, dieta sana y equilibrada, stop ropa ajustada que impida la circulación, calzado adecuado con un tacón de unos 2-3cm de altura, consumo de fibra abundante para evitar el estreñimiento y estilo de vida activo, por citar los aspectos más básicos.
  4. A menudo se confunde celulitis con flacidez de la piel. La Dra. Concepción Llorens, médico especialista en medicina cosmética y estética (y excelente divulgadora) apunta que estas dos situaciones se perciben como sinónimas y no lo son. Necesitan tratamientos distintos. En el caso de celulitis (afectación del tejido adiposo, es decir, de los nódulos lipídicos que provocan el aspecto irregular típico de “piel de naranja”) necesitaremos un producto explícitamente “anticelulítico”. Y, en el caso de piel flácida (o distendida), buscaremos un buen “reafirmante”. Si el problema es mixto, optaremos por un producto que ejerza ambas acciones a la vez. Elegir el producto inadecuado es una razón bastante frecuente que determina el fracaso del tratamiento: la crema anticelulítica “no funciona” porque, en realidad, estamos ante un cuadro de flacidez; o viceversa.
  5. Finalmente, los aspectos genéticos van a modular la presencia de la celulitis, y es difícil revertir este condicionante. Si existe propensión natural a que aparezca, lo compensaremos siendo aún más constantes en la correcta prevención y el cuidado adecuado.

Como herramienta de apoyo vale la pena mencionar la página web de una conocida marca de productos anticelulíticos que ofrece apoyo transversal (nutrición, coaching, dermofarmacia y estilo de vida) e información adicional sobre el tema. Existen muchos otros recursos interesantes, pero recomiendo fijarse en si están avalados por profesionales sanitarios y huir de las “fórmulas rápidas e infalibles”. En el tratamiento de la celulitis todo suma, pero no todo sirve 🙂

¡Que paséis una buena semana!