Energía para la vuelta al cole: 3 consejos y 3 complementos

Escrito por Mar Santamaria Sala el 12/09/2016

Energía para la vuelta al cole: 3 consejos y 3 complementos

La pregunta de nuestra lectora es muy oportuna para un día como hoy: la vuelta al cole. La semana pasada hablábamos del cansancio en adultos y los recursos nutricionales para sobrellevar mejor la incorporación a nuestras actividades cotidianas. En el caso de los niños y niñas, si nos preguntan cuál es el pilar para obtener todos los nutrientes que necesitan,  la respuesta es aun más contundente: la buena alimentación. Porque una buena alimentación debería aportarles todo (o casi todo) lo que su organismo en desarrollo necesita. Veamos un poco más sobre el tema. 

Consulta: ¿Qué producto a base de vitaminas se puede dar a un niño de 3 años? Por ejemplo, la jalea real. ¿Tiene alguna contraindicación? ¡Muchas gracias!

 

Los nutrientes y micronutrientes (vitaminas y minerales) que necesitan los niños deberían proceder de una dieta variada y rica en alimentos frescos. Sí, a veces sus gustos y apetencias pueden resultar más afines a los productos procesados y los dulces. Pero es cuestión de hábito y perseverancia. La fruta fresca (fuente primordial de vitaminas, fibra y agua), las verduras (de todos tipos y colores, en cocciones y recetas apetecibles) y los cereales (para que tengan energía duradera) no deberían faltar nunca. Si les acostumbramos a la variedad de sabores y texturas, en las cantidades adecuadas según la edad, no habrá carencias nutricionales importantes. Especial vigilancia habrá que tener en dos situaciones concretas. Por una parte, si faltan los recursos familiares mínimos en el hogar. En segundo lugar, si existen necesidades nutricionales incrementadas debido a una intensa actividad extraescolar o práctica deportiva.

 

Si no se alcanza esta variedad en la dieta, o en épocas de mayor desgaste físico o mental (inicio del curso escolar, cambio estacional, convalecencia de una enfermedad, falta de apetito o época de exámenes) es cuando podemos plantear una suplementación que sea natural y basada en un producto de alto valor nutricional. La jalea real es uno de los más conocidos. Aporta azúcares, aminoácidos, vitaminas del grupo B y diversidad de minerales como hierro, calcio, zinc, potasio, manganeso… Si bien no puede sustituir una dieta ya de por sí variada, es innegable que se trata de un producto rico en nutrientes y micronutrientes que aporta un “extra” de energía cuando más se necesita. Tan solo habrá que tener precaución en caso de alergia a alguno de sus componentes. La mayoría de productos a base de jalea real se recomiendan a partir de los 3 años de edad y su uso no sustituye una consulta con el/la pediatra. En edades inferiores, habría que acuidr directamente al pediatra, ya que no existe una dosis establecida para este tipo complemento alimenticio. En caso de que la suplementación sí esté indicada, se puede optar con uno de estos 3 productos en función de las necesidades individuales:

  1. Jelly Kids Prevent 250ml. A base de jalea real fresca, própolis, polen y vitaminas. Se puede dar a partir de los 2 años (1 cucharadita de postre al día, por la mañana) y tiene un agradable sabor a fresa. Proporciona energía y da soporte a las defensas naturales. Contiene fructosa. Es un complemento apto en caso de intolerancia al gluten o lactosa. Menos apto para aquellos niños y niñas muy activos, porque aporta un importante extra de energía.
  2. Neo Peques Jalea 14 viales. Con jalea real liofilizada, alga espirulina, calcio y vitamina D3. En este caso, a partir de los 3-4 años y hasta los 10 (luego, existen otras presentaciones para niños y niñas mayores). Sabe a frutas del bosque, se toma un vial bifásico al día, también por la mañana. Se enrosca el tapón hasta que el polvo caiga dentro del líquido, luego se agita enérgicamente y ya está listo para tomar. Apto para intolerantes al gluten y la leche.
  3. Floradix Kindervital Fruity 250ml. Este complemento no se formula con jalea, pero sí aporta un cocktail de extractos de frutas y vegetales, vitaminas y minerales. Fuente de calcio y vitamina D, asegura un aporte completo de micronutrientes para el crecimiento y la actividad diaria. A partir de los 2 años, se toman 10ml 2 veces al día (antes de las comidas). No es apto para celíacos.

Otro tipo de complementos multiviamínicos y refuerzos de crecimiento no deberían emplearse antes de los 4 años de edad. Siempre observaremos que sean específicos para niños y, en ningún caso, superaremos las dosis recomendadas. Informaremos al pediatra de su uso (especialmente, en caso de intolerancias).

Según nos comenta Dolors Sala, psicopedagoga con más de 35 años de experiencia, deberemos tener en cuenta otros aspectos, a parte de los dietéticos:

  1. El descanso es imprescindible. Con tantos estímulos digitales, es habitual que los más pequeños se queden despiertos hasta la madrugada, jugando a videojuegos o usando tabletas. Luego, por la mañana, el cansancio es evidente. Procurar que descansen las horas suficientes durante la noche y establecer unas pautas horarias ayudará al rendimiento escolar correcto y a disfrutar de otras actividades lúdicas. Por la mañana, antes de salir de casa, no vale hacerlo con el estómago vacío: hay que tomar un buen desayuno para mantener los niveles de energía en el cole. Pero sin forzar. Si no tienen mucho apetito antes de salir de casa, es mejor llevarse algún tentempié saludable para el cole (fruta, bocadillo con un relleno sano), snack casero…) y evitar los productos ultraprocesados (bollería, envasados…).
  2. El ejercicio físico es necesario, pero sin excesos. Encontrar el equilibrio es fundamental: ni una agenda repleta de actividades, ni todo lo contrario. Los deportes de equipo fomentan el compañerismo, la generosidad y la consecución de objetivos comunes. Son una buena manera de socializarse y de aprender hábitos saludables. Siempre tenemos que dejar un tiempo entre actividades para el descanso y la óptima recuperación del ejercicio físico.
  3. Educar implica el mismo compromiso por parte de la familia y los docentes. La complicidad entre el entorno familiar y el centro educativo es muy necesaria, para propiciar un proceso de co-participación que respalde el crecimiento físico, intelectual y emocional de los más pequeños. Los valores que queremos transmitir han de ser compartidos en casa y en la escuela. Educar en la cultura del esfuerzo, justicia y empatía es trabajo de todos.

Esperamos que os sirvan estas ideas y deseamos a todos los niños y niñas un feliz comienzo del curso escolar.

¡Hasta la próxima semana!

Conflicto de intereses: La información contenida en mis artículos, así como en las respuestas de consultas privadas, es de carácter independiente. Las recomendaciones las hago en base a la información técnica y el propio criterio profesional, y no recibo ningún incentivo para destacar unos productos frente a otros. Agradezco a todos lectores que se pregunten por el criterio de selección aplicado y les animo a seguir enviando sus inquietudes y comentarios.