Comer para calmar la ansiedad

Escrito por Mar Santamaria Sala el 24/01/2019

Mi problema es que necesito estar comiendo algo, sin tener hambre, para sentirme bien…

Para disminuir la ansiedad, el nerviosismo… Es habitual recurrir a la comida. Es una acción que nos reconforta, a nivel del denominado “sistema de recompensa dopaminérgico”. Es frecuente optar por alimentos (o tentempiés poco nutritivos) con azúcar, porque nos proporcionan una satisfacción momentania (algo así como una “pequeña subida de serotonina”). Todo esto puede parecer algo técnico, pero ayuda a comprender el problema (cuando, más allá de la necesidad de alimentarnos,  se acaba comiendo exceso). Cuando se convierte en un hábito, se va reforzando esta conducta y acaba afectando al estado nutricional y, evidentemente, al peso corporal. La idea, por tanto, es ir rompiendo con este hábito. Poco a poco. Primero, comprendiendo el por qué de esta necesidad constante de ingerir tentempiés. A continuación, recomiendo reforzar otros hábitos nutricionales. Se pueden seguir varias estrategias. Empieza por una y ve sumando las otras. ¿Se puede recurrir a un complemento alimenticio saciante? Sí, es una estrategia, pero no la única que deberías seguir. Los complementos a base de fibras saciantes, pueden ayudar a conseguir estos buenos hábitos nutricionales y reducir la ansiedad por picar, pero son eso, una ayuda. No podemos basar la dieta en ellos y habrá que cuidar el resto de alimentación, que sea equilibrada. Uno de estos complementos es XLS Medical reductor de apetito 60comp. El ingrediente principal es la raíz de konjac o glucomanano. Este mucílago, junto con el agua, se hincha y forma un gel en el estómago que proporciona saciedad. Por eso, es importante tomar agua junto al complemento. La dosis máxima es de 3 comprimidos media hora antes de desayuno, comida y cena (pero puedes tomarlo con menor frecuencia, según tus necesidades). No se debería emplear durante periodos muy prolongados. Si tomas medicación, habrá que alejar su toma de la del complemento. Las otras estrategias importantes son: optar por tentempiés saludables (una pieza de fruta fresca, un puñado pequeño de frutos secos, crudités vegetales, yogur natural sin azúcar…); informarse bien sobre cómo llevar una dieta equilibrada, si es posible, contando con un profesional que te apoye y te proporcione pautas. Y, finalmente, no descuidar el estilo de vida: ¡la actividad física produce bienestar a todos los niveles! Ánimo y cuídate mucho.