Productos sustitutivos para dieta y consumo de alcohol

Escrito por Mar Santamaria Sala el 06/09/2018

Tengo intención de sustituir las comida del mediodía por un batido. Por la noche, al encontrarme de vacaciones, suelo tomar un tentempié (algo ligero) pero acompañado de una copa de vino o cava (a veces, dos). Imagino que es totalmente incompatible para perder peso, por mucho que sustituya, ¿no?

Soy muy partidaria de apoyarnos en la comida habitual, sana y elegida con un criterio claro: tanto en el contexto de una dieta hipocalórica, como para afianzar unos hábitos alimentarios correctos que nos aporten salud (objetivo número 1) y que nos ayuden a mantener el peso corporal. En este sentido, lo tengo muy claro: es un proceso de cambio paulatino, pero mucho más exitoso. Y lo más importante: los resultados se mantienen y aprendemos a incorporar los nutrientes que nuestro organismo realmente necesita. Dicho esto, nos preguntamos: ¿cómo hacer compatibles las vacaciones y eventos sociales con los buenos hábitos alimenticios? La buena noticia es que ¡es posible conseguirlo! Te doy algunas pautas que pueden ayudarte. Sobre el uso de productos sustitutivos: no es una mala estrategia, sobre todo al principio, para ayudarnos a combatir la ansiedad del picoteo y la necesidad de sabores saciantes. Pero tómalo como un elemento más de la dieta. Sigue basando una parte importante de la alimentación en los productos frescos. Les podemos sacar mucho partido y, al fin y al cabo, son la base de una buena nutrición. No renuncies a las piezas de fruta, son un excelente tentempié y un manantial de vitaminas. Las verduras cocinadas de formas variadas o crudas, el pescado azul, las legumbres, los cereales integrales. Todos estos alimentos deben estar presentes en la dieta, aunque puntualmente intercalemos algún producto sustitutivo. Sobre el consumo de alcohol y las “tentaciones” de verano: sabemos que el alcohol aporta una gran carga calórica y 0 nutrientes. Es así. En el contexto de una dieta, le hace boicot total. Si prescindir totalmente de él nos resulta imposible podemos intentar: minimizar su consumo (una copa pequeña, en lugar de dos); buscar alternativas “sin” que sean igual de agradables y no excesivamente azucaradas; y optar por un picoteo sano (por ejemplo: anchoas, aceitunas y frutos secos en lugar de frituras, embutidos y patatas chip). Si aplicamos este criterio a la hora de elegir, día tras día, repercutirá no solo en el peso corporal; también en una salud mejor, en tener más energía. Lee etiquetas, infórmate y pide asesoramiento sobre cómo elegir las mejores opciones alimentarias 🙂 Y, poco a poco, notarás los resultados. ¡Cuídate mucho!