Andropausia: ¿cómo mantener la vitalidad?

Escrito por Celia Núñez el 30/11/2023

hombre de unos 45 años sirviendo café

¿Te suena el término “andropausia”? Se trata de una etapa natural que comienza a manifestarse en los hombres alrededor de los 45 años (a veces más tarde), y que conlleva la disminución progresiva de la producción de testosterona y otras hormonas. ¿Quieres saber más? Te lo contamos aquí.

¿Qué es la andropausia?

Sería tentador comparar la andropausia con la menopausia, un fenómeno bien conocido entre las mujeres. Sin embargo, en este caso, no todos los hombres se ven afectados, y los primeros síntomas pueden aparecer en algunos después de los 70 años. Pero, sobre todo, no se trata de una menopausia masculina, ya que la andropausia no tiene ningún impacto sobre la fertilidad y las capacidades reproductivas del hombre.

La andropausia está ligada principalmente a la producción de una hormona: la testosterona. Esta hormona masculina secretada por los testículos es fundamental para el correcto funcionamiento sexual (erección, libido) y el desarrollo de determinadas características sexuales secundarias (masa muscular, crecimiento del cabello, tono de voz, etc.).

A partir de los 20 años, la producción de testosterona comienza a disminuir de forma natural en los hombres (con una disminución de la producción del 1 al 2% anual). Luego, alrededor de los 45 años (a veces más tarde), la producción de esta hormona disminuye de manera más significativa.

Esencial para la estimulación y el control de las características sexuales en los hombres, cuando la testosterona ya no se secreta en cantidades suficientes es señal de andropausia.

¿Cuáles son los síntomas de la andropausia en los hombres?

Hay varios tipos de síntomas que se pueden observar durante la andropausia y que deberían llevarte a consultar a tu médico:

  1. Trastornos sexuales que incluyen problemas de erección, como reducción de la duración y calidad de las erecciones y un mayor tiempo de latencia entre 2 erecciones. También se puede observar una caída de la libido.

  2. Trastornos vasomotores con aparición de sofocos en hombres y episodios de sudoración excesiva (especialmente nocturna). Estos síntomas pueden provocar trastornos del sueño y por tanto un cansancio más o menos intenso durante el día.

  3. Trastornos neuropsicológicos, como pérdida de memoria, problemas de atención y concentración, fatiga, pérdida de motivación, cierta irritabilidad con problemas de humor, incluso depresión.

    Estos últimos suelen ser difíciles de relacionar con la andropausia, de ahí la necesidad de consultar al médico.

¿A qué edad se puede producir la andropausia y cuánto dura?

La andropausia puede comenzar a los 30, pero generalmente es más común entre los 45 y 65 años. La caída de la testosterona es gradual y, a diferencia de las mujeres, quienes se ven afectadas por la menopausia de forma generalizada, menos del 5% de los hombres entre 40 y 80 años experimenta episodios de andropausia.

¿Cómo diagnosticar y tratar la falta de testosterona?

El médico de cabecera puede derivarlo a un especialista, además de solicitar un examen clínico para buscar:

  • Una disminución de la masa muscular y de la fuerza física.

  • Disminución de la densidad ósea, fragilidad ósea, osteoporosis.

  • Un aumento en el tamaño de la cintura y posiblemente un aumento de peso llamado ginoide, cuya grasa se encuentra alrededor de las nalgas, muslos y caderas.

  • Ginecomastia que corresponde al desarrollo de las glándulas mamarias.

  • Una reducción del crecimiento del vello, un cambio en el color de la piel (que se vuelve más fina y clara) o incluso un cambio en el tono de la voz.

  • Finalmente, el diagnóstico definitivo se realiza mediante un análisis de sangre del nivel de testosterona total.

Respecto al tratamiento, el objetivo es reducir o incluso hacer desaparecer los síntomas, y para ello los tratamientos para la disfunción eréctil por sí solos no son suficientes. Se puede ofrecer un tratamiento de reemplazo hormonal en base a una evaluación médica bastante exhaustiva realizada por un médico especialista. En este caso, si el paciente cumple con los diversos criterios para la implementación del tratamiento con testosterona, se le puede administrar testosterona natural de diferentes formas:

  • Vía transdérmica: aplicación de un parche de testosterona que proporciona concentraciones estables de la hormona en el tiempo.

  • Vía oral: con la ingesta diaria de comprimidos que deben tomarse con un contenido lipídico preciso con las comidas.

  • Inyecciones subcutáneas o intramusculares: se suelen realizar de 1 a 2 veces al mes.

Sin embargo, hay que tener cuidado con el seguimiento del tratamiento, fundamental para comprobar la eficacia de la medicación y garantizar que la testosterona no sea la causa de ningún efecto secundario: acné, sensibilidad mamaria, retención de líquidos, hiperplasia, cáncer de próstata benigno, cáncer de próstata, ronquidos, apnea del sueño, monitorización cardiovascular, etc.

Por último, un estilo de vida saludable es fundamental para el éxito del tratamiento, incluyendo algunas reglas simples:

  • Llevar una dieta sana y equilibrada.

  • Practicar actividad física de forma regular.

  • Reducir o suspender el consumo de alcohol y tabaco.

  • Controlar el estrés.

*Artículo traducido y adaptado por Celia Núñez Gil, redactado originalmente por Marie Hot.