Invierno 2025: cómo está siendo la gripe y qué papel juega la suplementación para cuidar nuestras defensas

Invierno 2025: cómo está siendo la gripe y qué papel juega la suplementación para cuidar nuestras defensas

Con la llegada del invierno, los virus respiratorios vuelven a hacerse notar. El frío, la menor exposición al sol y, por tanto, la bajada de vitamina D, junto con el aumento de tiempo en espacios cerrados, crean el escenario ideal para que aparezcan gripes y resfriados. Este año, además, la actividad del virus de la gripe se ha adelantado y podría predominar una variante del subclado K de A(H3N2).

En este contexto, cada invierno vuelve a surgir la misma duda: ¿qué es exactamente la “suplementación estacional” y para qué sirve? ¿Qué suplementos pueden ser realmente útiles y qué papel tienen como apoyo al sistema inmunitario? Para resolver estas cuestiones, Mar Santamaria, responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, responde a las preguntas más frecuentes y comparte recomendaciones sencillas, prácticas y basadas en la evidencia para afrontar las próximas semanas con más tranquilidad.

¿Gripe o resfriado? Cómo distinguirlos y cómo protegerse 

Las dos infecciones están causadas por virus y no responden a antibióticos, pero sus síntomas ayudan a diferenciarlas. La gripe aparece de forma brusca con fiebre alta, malestar intenso, dolor muscular, tos seca y cefalea. El resfriado, en cambio, se desarrolla con síntomas más leves: congestión nasal, mucosidad, estornudos, febrícula y cansancio moderado. Más allá del diagnóstico, las medidas más eficaces siguen siendo las básicas: “buena ventilación, mascarilla si hay síntomas, evitar besos y abrazos cuando estamos acatarrados y mantener una higiene frecuente de manos. La vacunación continúa siendo clave para embarazadas, personas mayores y pacientes crónicos. Y para cualquier persona a quien se le recomiende, también para los profesionales de la salud. Aunque no evita completamente el contagio, reduce de forma muy significativa el riesgo de complicaciones graves”, recuerda Mar Santamaria. 

¿Qué suplementos son realmente útiles durante la temporada de gripe y resfriados?  

Invierno 2025: cómo está siendo la gripe y qué papel juega la suplementación para cuidar nuestras defensas
Aunque la base para un sistema inmunitario fuerte son los hábitos saludables como alimentación equilibrada, descanso adecuado, actividad física y reducción de hábitos tóxicos, algunos suplementos pueden aportar un apoyo adicional en los meses fríos. Sin embargo, Mar Santamaria recuerda que ningún suplemento sustituye a unos hábitos saludables: “Lo esencial para que el sistema inmune funcione bien es la alimentación equilibrada, el descanso, la práctica regular de actividad física y evitar hábitos tóxicos como el tabaco o el alcohol. Los suplementos no corrigen carencias de estilo de vida, pero sí pueden aportar un pequeño refuerzo, especialmente, en situaciones con altos requerimientos nutricionales o estados carenciales". En este sentido, la especialista identifica algunos que sí pueden ayudar: 
  1. Hongos medicinales y setas 
    Aportan beta y alfa-glucanos, fibras muy beneficiosas para la microbiota intestinal y, en consecuencia, para el correcto funcionamiento del sistema inmune. Entre ellos, el hongo reishi (Ganoderma lucidum) es uno de los más destacados por su perfil nutricional. 

  2. Vitamina D 
    Uno de los micronutrientes más relevantes en invierno, ya que es esencial para numerosos procesos metabólicos y para la función inmunitaria. Debido a la menor exposición solar, las concentraciones suelen disminuir en esta época del año. Si los niveles en sangre son bajos, puede recomendarse una suplementación de entre 1.000 y 2.000 UI al día, siempre bajo supervisión profesional. 

  3. Hierro (solo en caso de déficit) 
    Imprescindible para la oxigenación de los tejidos y el sistema inmune. Su suplementación únicamente debe realizarse si hay una carencia confirmada, ya que el exceso también puede resultar perjudicial. 

  4. Multivitamínicos generales 
    Pueden ser útiles en periodos de mayor desgaste físico o mental —como estrés, sobrecarga laboral o etapas de fatiga acusada— y su uso suele recomendarse durante pautas cortas de dos o tres meses. 

En la mayoría de los casos, una alimentación equilibrada y buenos hábitos de vida bastan para mantener el sistema inmune en condiciones óptimas. La suplementación es especialmente útil en situaciones de mayor demanda metabólica —embarazo, deporte intenso, estrés continuado— o ante déficits nutricionales comprobados. Conviene seguir las recomendaciones de un profesional para ajustar la pauta y garantizar un uso seguro”, subraya. Y recuerda, además, que toda suplementación debe ser individualizada: “Conviene seguir las recomendaciones de un profesional de la salud para ajustar la pauta, y garantizar que la suplementación sea adecuada y segura”.