5 síntomas del pie diabético, y cómo prevenirlo

Escrito por Celia Núñez el 12/09/2022

5 síntomas del pie diabético, y cómo prevenirlo

El pie diabético recibe este nombre por estar directamente relacionado con la diabetes mellitus, ya que se da en personas, principalmente de avanzada edad, que padecen esta enfermedad.

Puede iniciarse en forma de infección o herida, y se origina a causa de una mala circulación en las extremidades inferiores.

 

¿Por qué se produce el pie diabético?

El pie diabético, también llamado pie neuropático, se debe precisamente a la neuropatía diabética que, entre otros síntomas, puede causar una inflamación de los nervios que reduce la sensibilidad al dolor en los pies, o incluso las piernas, ante posibles lesiones. Además, también suele existir un problema vascular de base, y es que el riego sanguíneo a las extremidades inferiores está disminuido.

Esto hace que los pacientes tiendan a moverse como si no hubiese daño, lo que dificulta la curación de la herida y puede desencadenar úlceras sangrantes o gangrena y, en casos extremos, requerir una amputación. Al tratarse de una enfermedad que afecta principalmente a personas mayores, otro factor precursor del pie diabético es la pérdida de fuerza en determinados músculos, que suele conllevar deformaciones en los pies y los dedos, lo que se conoce como pie de charcot.

 

Pie diabético: Síntomas a los que estar alerta

Si bien no existen síntomas exclusivos del pie diabético, cualquier lesión o anomalía en los pies de personas con esta patología, por mínima que sea, debe ser atendida rápidamente para prevenir complicaciones. Algunos ejemplos son:

1.       Cambios en la forma de apoyo del pie y de los dedos, que tienden a plegarse.

2.       Cambio de coloración de la piel y de las uñas de los pies.

3.       Aparición de ampollas y callos, a causa de las nuevas posturas adoptadas.

4.       Heridas los pies que no cicatrizan, principalmente en la planta del pie o zonas cercanas al hueso.

5.       Úlceras sangrantes e infecciones, si las lesiones anteriores no son tratadas a tiempo.

En definitiva, la piel demasiado seca o fina, y por tanto debilitada, puede llegar a provocar una lesión más grave. Esta complicación extrema afecta a alrededor del 10% de los pacientes, pero es posible evitarla adoptando las medidas preventivas adecuadas.

Por ello, ante la menor lesión, es aconsejable acudir al médico, quien podrá identificar el origen, diagnosticar el problema y pautar el tratamiento idóneo en cada caso.

 

¿Cómo prevenir el pie diabético?

Si tienes diabetes, te damos algunos consejos para cuidar tus pies a diario:

  • Lávalos con agua tibia y jabón neutro, y seca suavemente y con toalla de algodón (que debe lavarse a menudo) la zona entre los dedos para evitar la aparición de hongos.

  • Aplícales una crema o loción hidratante que sea emoliente y humectante ¡Nada de ingredientes potencialmente irritantes! Y extiéndela bien hasta su total absorción, evitando que se acumulen excesos en los espacios entre los dedos.

  • Acude al podólogo/a de forma periódica para que realice las revisiones o curas pertinentes. Previamente, avisa de tu condición.

  • Córtate las uñas regularmente, en ángulo recto ligeramente redondeado, y límalas para que no se encarnen.

  • Usa calcetines de tejido natural, y con las costuras lo más planas posible para evitar rozaduras.

  • No apliques fuentes de calor directamente sobre los pies para calentarlos.

  • Realiza ejercicios de estiramiento con los pies regularmente.

  • Revisa el interior de tus zapatos antes de ponértelos, para evitar lesiones con gravilla, piedras, etc.

  • Usa la talla correcta de calzado. Es importante que no tenga pliegues en el interior, y mejor con la puntera redondeada y que cubran la mayor parte del pie

  • No uses un calzado nuevo durante demasiado tiempo para evitar rozaduras y ampollas.

  • Evita caminar descalzo/a. Siempre debe usarse algún tipo de calzado, incluso en época de playa y piscina.

Además, tal y como señala nuestra farmacéutica Mar Santamaría, es fundamental un buen control de la glucemia, así como practicar ejercicio físico regularmente y, por supuesto, no fumar.

Es importante recordar que, en caso de padecer diabetes, solo un adecuado diagnóstico, un seguimiento periódico y una correcta prevención reducirán el riesgo de desarrollar pie diabético o de que surjan complicaciones.