Adicción al azúcar: las claves para superarla

Escrito por Celia Núñez el 27/12/2022

Adicción al azúcar: las claves para superarla

Es un hecho: el azúcar añadido está presente, en mayor o menor medida, en gran parte de los alimentos procesados que nos rodean en el supermercado. ¿Sabías que el pan de molde, el jamón cocido, las salsas o incluso las papillas “especialmente diseñadas para bebés” son ejemplos de ello?

El azúcar se usa en la industria alimentaria por 3 razones: es económico, actúa como conservante para poder prolongar la fecha de consumo preferente y, sobre todo, hace que el producto sea más palatable. Esto último, sumado a la falta de educación básica en nutrición, ha dado como resultado un exceso de glucosa en el organismo de la mayoría de la población. ¿Consecuencias? La adicción al azúcar y un aumento exponencial de la probabilidad de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, obesidad y demencia, entre otras.

 

¿Es el azúcar una droga?

Seguro que alguna vez has sentido ansiedad por el dulce o “mono de azúcar”. Y es que, si bien no se corresponde al 100% con la definición de “sustancia adictiva”, el consumo de azúcar sí puede conllevar una cierta adicción o conducta de ingesta repetitiva, y puede llegar a generar dependencia emocional o psicológica por determinados alimentos o bebidas.

Algunos estudios comparan el patrón de adicción con el que genera la cocaína (salvando las distancias), debido a la liberación de dopamina y serotonina que produce su consumo, de ahí que se recurra comúnmente a productos azucarados cuando existe ansiedad, estrés o un bajo estado de ánimo. Además, este tipo de alimentos suelen ser ricos en carbohidratos de absorción rápida, lo que proporciona un impulso de energía inicial muy atractivo para quienes sienten cansancio con frecuencia.

En cualquier caso, la adicción al azúcar suele ser fácil de detectar cuando:

  • Se consumen grandes cantidades de alimentos o bebidas azucaradas como parte de la dieta habitual.

  • Se toma como “solución” a corto plazo para el estrés del trabajo, o para sobrellevar la ansiedad o la depresión.

  • Aparece aumento de peso y dificultad para concentrarse en las responsabilidades del día a día.

  • Se producen atracones, normalmente seguidos de sentimiento de culpa y arrepentimiento.

Pero siempre hay que buscar la parte positiva y es que, a diferencia de otras adicciones más serias, es fácil ponerle remedio.

 

Cómo superar la adicción al azúcar

Si quieres saber cómo desengancharte del azúcar y la adicción al dulce, tenemos los tips que estabas buscando para ponerte manos a la obra:

  1. Descubre el origen de tu adicción al azúcar. Si se debe a factores emocionales, olvídate de hacer dietas que restringen alimentos azucarados. En su lugar, acude a un/a profesional en salud mental que te enseñe las herramientas necesarias para abordar tu problema.

  2. Los edulcorantes te ayudarán a recortar calorías y pueden ser una buena forma de desplazar el azúcar en el día a día, pero no solucionarán las ansias de dulzor ni beneficiarán en absoluto a tu flora intestinal. Intenta reducir su consumo poco a poco, hasta que logres prescindir de ellos por completo y te acostumbres al sabor real de los alimentos.

  3. Aprende a leer la etiqueta de los productos. El azúcar tiene muchos sinónimos: sacarosa, fructosa, dextrosa, maltodextrina, polialcohol, siropes, jarabes, zumos, miel… Saber qué estamos comprando (y comiendo) nos ayudará a tomar mejores decisiones a la hora de hacer la compra.

  4. Desayuna. No por lo que se dice de que “el desayuno es la comida más importante del día”, sino porque un desayuno nutritivo y saciante ayuda a prevenir antojos y picoteos entre horas.

  5. Por último, aquí va el truco más antiguo de la historia: ¿No quieres tomarlo? No lo compres. Tener fuerza de voluntad es muy difícil (lo sé, créeme), así que lo mejor que podemos hacer es tener la menor cantidad posible de dulces procesados en casa, y sustituirlos por fruta fresca o frutos secos al natural. De este modo, el picoteo entre horas se convierte en una opción mucho más saludable.