Dolor de cabeza
¿Qué son las migrañas de origen digestivo y cómo se pueden aliviar?
¿Sufres de migrañas con regularidad, hasta el punto de que interfieren en su vida cotidiana? Aunque las migrañas son inofensivas, no siempre es fácil librarse de ellas. Es una forma particular de dolor de cabeza, que afecta a casi el 15% de la población, en su mayoría mujeres, puede incluso repercutir en la vida profesional y personal. Para evitar un ataque, es necesario reconocer los síntomas. ¿Qué es una migraña y cuáles son sus desencadenantes? ¿Cómo aliviarla y prevenir su aparición?
¿Qué es una migraña?
Todo el mundo puede sufrir un pequeño dolor de cabeza, pero es importante recordar que cuando el dolor se repite con frecuencia y solo afecta a un lado del cráneo, probablemente se trate de una migraña. Sensación de pulsaciones en el cráneo acompañada de latidos en la sien y la frente, problemas digestivos como náuseas, vómitos...
Los síntomas de la migraña pueden verse agravados por la luz, el ruido y los olores, o a veces por el esfuerzo físico. El ataque puede durar desde unas horas hasta 3 días. Además, un 15% de las personas que sufren migrañas, las tienen con aura. También se conoce como migraña oftálmica. En este caso, la migraña va precedida durante unos 20 minutos de trastornos visuales, con la aparición de pequeñas luces en los ojos y una sensación de hormigueo en la cara. Estos fenómenos son totalmente reversibles y cesan en cuanto comienza el dolor. Aunque no sean graves, son muy incapacitantes para los afectados y a menudo una fuente de ansiedad durante los primeros ataques. En general, los síntomas del aura se sienten en el lado del cuerpo opuesto al del dolor.
¿Cuáles son los factores desencadenantes de una migraña?
Aunque todavía hay muchos factores desconocidos que pueden desencadenar un ataque, se han identificado claramente los siguientes factores como desencadenantes de la migraña:
Ciertas enfermedades que pueden desencadenar migrañas, como la hipertensión arterial, la epilepsia o un ictus previo, así como la depresión, la ansiedad, el estrés, la excitación o el enfado.
Cambios hormonales en las mujeres.
Consumo de alcohol, hipoglucemia, abstinencia repentina de cafeína.
Ciertos alimentos como el chocolate, los embutidos y los frutos secos.
Factores climáticos como vientos fuertes, calor, frío o un descenso repentino de la presión atmosférica.
Factores sensoriales como la luz brillante, el ruido, los olores embriagadores, las imágenes en pantallas, etc.
¿Cómo aliviar una crisis de migraña?
Tratamiento de las crisis migrañosas
El tratamiento de crisis se refiere a la medicación destinada a aliviar el dolor de la migraña:
El paracetamol suele tener un efecto moderado sobre los signos de alarma y el dolor de la migraña.
El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE).
La aspirina se utiliza solo para las cefaleas porque su efecto es muy poco constante, y tiene escaso efecto en determinadas migrañas. No debe combinarse con otros medicamentos sin consejo médico.
En cualquier caso, estos medicamentos no deben dispensarse sin el consejo de un especialista. También existen remedios naturales para calmar las molestias. Otros medicamentos para el tratamiento de las crisis pueden ser recetados por un médico. Se trata de analgésicos y antiinflamatorios sujetos a prescripción médica, así como medicamentos contra las náuseas y los vómitos. En caso de crisis graves o si el tratamiento inespecífico resulta ineficaz, el médico puede recetar un fármaco que ayude a reducir la dilatación de los vasos sanguíneos del cerebro que causan el dolor migrañoso.
Tratamiento básico de la migraña
El tratamiento básico de la migraña está indicado para reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques. El médico puede proponer una amplia gama de tratamientos de fondo. Los más utilizados son los betabloqueantes, sobre todo cuando el estrés es uno de los factores desencadenantes. En las mujeres, el tratamiento hormonal puede ser eficaz para las migrañas ligadas al ciclo.
Fitoterapia y aceites esenciales contra las migrañas
Entre las plantas, la matricaria se utiliza tradicionalmente como tratamiento básico de la migraña para reducir el número y la intensidad de los ataques. El sauce y la ulmaria, que contienen aspirina, también son útiles en el tratamiento del dolor migrañoso. El jengibre (antiinflamatorio y anti vómito) y la menta piperita también es muy eficaz en el tratamiento de la migraña. En cuanto a los aceites esenciales, el más conocido es el aceite de menta piperita, que se puede utilizar sin diluir, masajeando una gota en las sienes (cuidado, lejos de los ojos). Tiene un efecto vasoconstrictor inmediato. La lavanda también tiene un efecto analgésico al mismo tiempo que el aceite de menta. Además, actúa sobre los vasos sanguíneos y tiene un efecto relajante y calmante muy beneficioso para controlar el estrés durante una crisis de migraña. Por último, el aceite esencial de manzanilla romana también es conocido por su potente acción antiinflamatoria y analgésica.
¿Cómo se puede prevenir la aparición de una migraña?
En cuanto sientas los primeros síntomas de una crisis de migraña, toma medidas sencillas como estas:
Túmbate en una habitación tranquila y oscura, ponte un paño frío o una compresa fría en la frente y bebe mucha agua para mantenerte bien hidratado, sobre todo si tienes vómitos.
Inhala menta fresca o aplíquese un lápiz mentolado en las sienes.
Lleva un diario de migrañas, si lo necesitas, para averiguar qué desencadena los ataques, anotando todos los alimentos que comes, tus síntomas, tu situación psicológica y las condiciones externas en el momento de la aparición de la migraña.
Adapta tu estilo de vida en función del análisis de este diario: reduce el estrés, no te saltes comidas, duerme lo suficiente, elimina los alimentos desencadenantes.
Aunque los dolores de cabeza y las migrañas son especialmente incapacitantes, no suelen estar causados por problemas médicos graves. No obstante, es importante recordar que los distintos tipos de tratamiento disponibles pueden ayudar a reducir la frecuencia, intensidad y duración de los ataques, sin hacerlos desaparecer por completo. Es importante aprender a identificar los factores que desencadenan los ataques y adoptar un estilo de vida saludable para evitar las recurrencias. El diagnóstico es esencial para encontrar un alivio rápido, por eso es tan importante consultar a su médico o pedir consejo a su farmacéutico.
