
¿Alguna vez has sentido esa molesta acidez que parece venir del estómago y apoderarse de tu día? Todos hemos estado allí, buscando alivio. Uno de los remedios más populares en casa es el bicarbonato de sodio. Este polvo blanco, que a menudo usamos en la cocina, también puede ser un aliado contra la acidez estomacal.
Pero, ¿cómo tomar bicarbonato de forma segura? Vamos a desglosar todo lo que necesitas saber sobre su uso, la dosis adecuada y los riesgos asociados. No se trata de un tratamiento milagroso, pero sí de una opción que, usada con precaución, puede ofrecer un alivio temporal.
Bicarbonato de sodio: ¿qué es y cómo funciona?
¿Qué es el bicarbonato de sodio?
El bicarbonato de sodio es un compuesto químico con múltiples aplicaciones, desde la cocina hasta la limpieza. Es un alcalinizante, lo que significa que puede ayudar a neutralizar los ácidos del estómago. Al consumirse, reacciona con el ácido clorhídrico estomacal, ayudando a aliviar la sensación de ardor que provoca la acidez. Su capacidad para alterar el equilibrio ácido-base lo convierte en un recurso útil para quienes sufren de este malestar.
¿Cómo actúa contra la acidez?
Cuando tienes acidez, tu estómago produce demasiado ácido. El bicarbonato, al disolverse en agua y ser ingerido, ayuda a elevar el pH del contenido estomacal, disminuyendo así la acidez. Sin embargo, esto no significa que debas abusar de él. Es un alivio temporal, no un tratamiento a largo plazo, y su uso excesivo puede generar complicaciones.
Usos comunes del bicarbonato
Además de aliviar la acidez, el bicarbonato de sodio tiene muchas aplicaciones: puede ser desodorante, agente de limpieza natural o ingrediente para hornear. Su versatilidad es una ventaja, pero también implica que debemos ser cuidadosos cuando lo usamos con fines medicinales.
Dosis recomendada: ¿cuánto es demasiado?
La dosis ideal para adultos
Para adultos, la dosis recomendada es aproximadamente ½ cucharadita de bicarbonato de sodio disuelta en un vaso de agua. Esto suele ser suficiente para aliviar la acidez sin poner en riesgo la salud. Lo ideal es tomarlo 1-2 horas después de las comidas, cuando la producción de ácido es más intensa.
Frecuencia de uso
No conviene usarlo a diario. El bicarbonato debe emplearse ocasionalmente, ya que su consumo frecuente puede causar problemas más serios. Si necesitas recurrir a él más de una vez a la semana, consulta a un médico, ya que podría indicar un problema subyacente.
Ajustes para situaciones específicas
Si estás embarazada o tienes alguna condición médica, consulta a un profesional de la salud antes de usar bicarbonato. Ellos pueden recomendar alternativas más seguras y adecuadas para tu situación.
Riesgos y efectos secundarios: ¡cuidado!
Efectos secundarios comunes

Aunque generalmente es seguro en dosis adecuadas, el bicarbonato puede causar gases, hinchazón o calambres estomacales. Suelen ser síntomas leves que desaparecen pronto, pero si persisten, conviene acudir a un especialista.
Riesgos más serios
El consumo excesivo puede generar problemas graves: altos niveles de sodio pueden causar debilidad muscular, arritmias o incluso convulsiones. Por eso, es importante usarlo con prudencia.
Interacciones con medicamentos
El bicarbonato puede interactuar con aspirina, diuréticos o algunos fármacos para el corazón. Si estás tomando medicamentos, consulta con tu médico o farmacéutico antes de usar bicarbonato para la acidez.
¿Quiénes deben evitar el bicarbonato?
Personas con condiciones médicas
Quienes padecen enfermedades renales, insuficiencia cardíaca o hipertensión deben evitarlo, ya que el sodio puede agravar estas condiciones.
Embarazo y lactancia
Mujeres embarazadas o lactantes deben extremar precauciones y consultar con un profesional antes de usar bicarbonato.
Consultar a un profesional
Siempre es recomendable hablar con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento, incluso con remedios caseros como el bicarbonato. Esto garantiza un enfoque seguro y adaptado a tus necesidades.
Alternativas al bicarbonato de sodio
Remedios naturales
Existen opciones naturales que pueden aliviar la acidez, como infusiones de jengibre, té de manzanilla o agua con limón. Son alternativas suaves y menos riesgosas.
Cambios en la dieta
Reducir alimentos picantes, grasos o muy ácidos puede ayudar significativamente. Mantener un registro de lo que comes permite identificar tus desencadenantes y ajustar tu dieta.
Medicamentos de venta libre
Existen antiácidos y otros medicamentos disponibles sin receta, como omeprazol o ranitidina. Consulta a un profesional antes de iniciar cualquier tratamiento para elegir la opción más adecuada.
El bicarbonato de sodio puede ser un aliado útil contra la acidez estomacal, pero su uso debe ser cuidadoso y ocasional. Respeta la dosis recomendada y conoce los riesgos. Si la acidez es frecuente, consulta a un profesional de la salud. Y recuerda que en Promofarma encontrarás todo lo necesario para cuidar tu bienestar.






