Miliums, granitos y puntos negros: ¿acné o piel asfíctica? Aprende a reconocerla

Escrito por Aïna Munné Bertran el 27/02/2023

Miliums, granitos y puntos negros: ¿acné o piel asfíctica? Aprende a reconocerla

Granitos constantes, milliums (bolitas de sebo blancas), textura irregular, falta de luminosidad... ¿reconoces estos síntomas?

Seguramente los habrás confundido (y tratado) como si fuera acné, pero puede que en lugar de eso sufras lo que se llama piel asfíctica o asfixiada.

Es más común de lo que crees: una mala higiene facial, el abuso de productos cosméticos inadecuados o el estrés pueden afectar a la piel hasta el punto de saturarla.

Aprender a distinguirla del acné es clave para saber qué tratamiento darle para cuidarla o, aún mejor, qué no aplicar para que no empeore.

Qué es una piel asfíctica

Una piel asfíctica, asfixiada o ocluida, no es capaz de drenar su propio sebo, ocasionando tapones en los conductos sebáceos.

¿Y por qué ocurre? La piel sana fabrica su propia crema natural. ¡Sí! Como lo lees: se llama manto hidrolipídico y es una mezcla de sebo y agua, producido por las glándulas sebáceas y sudoríparas, respectivamente.

Y un manto hidrolipídico sano va de la mano del proceso de exfoliación celular de la piel: las células muertas se van desprendiendo para dar lugar a las capas nuevas de piel que nacen debajo.

Es decir, un manto hidrolipídico alterado no permite que ese ciclo tenga lugar correctamente. Y ese es el caso de la piel asfíctica. Eso produce un engrosamiento de la capa córnea (la más externa) llamado hiperqueratosis.

Si a esto le sumamos que el sebo no puede salir bien debido a este engrosamiento, boom: tapón sebáceo. Estas células muertas, unidas a los restos de rutina facial (o maquillaje) polución, etc, impiden que el sebo se drene adecuadamente.

Pero los síntomas de piel asfíctica más notorios es que los tapones de los conductos sebáceos suelen ocasionar millium, granitos sin pus o incluso exacerbar el acné si tienes tendencia a tenerlo.

Por eso a veces es difícil distinguir entre una piel asfíctica, que es un estado de la piel temporal, y una piel acnéica, que es una afección cutánea.

Cuáles son las causas de la piel asfíctica

La causa principal es una piel saturada y no tiene nada que ver con la oxigenación o "respirar". Por que no, la piel no respira, aunque se utilice en término asfixiada o asfíctica en cosmetología.

La piel es un órgano regulado por el sistema endocrino, así que habrá causas internas (o intrínsecas) y también externas (extrínsecas).

Desde mi punto de vista profesional, las causas externas tienen un papel clave: en la mayoría de casos que he tratado de piel asfíctica, la rutina cosmética era inadecuada para el tipo de piel y las necesidades.

Causas intrínsecas:

  • Estrés

  • Causas hormonales (alteraciones hormonales, tomar la píldora anticonceltiva, etc)

  • Ingesta de ciertas medicaciones

  • Otras enfermedades que puedan alterar la piel

Causas extrínsecas:

  • Factores ambientales: polución en el sitio donde vives, cambios de temperatura, ambientes cargados (por ejemplo de humo de tabaco).

  • Uso de limpiadores inadecuados para la piel. Por ejemplo, limpiadores excesivamente astringentes en pieles grasas, no eliminar correctamente el maquillaje y el factor de protección solar por las noches, etc.

  • Exceso de productos cosméticos en todo tipo de pieles. Por ejemplo, rutinas con más de un producto si no es necesario, más de un sérum, más crema hidratante de la necesaria, etc. Aplicar un producto cosmético "por que sí" sin escuchar debidamente a la piel.

  • Productos inadecuados para tu tipo de piel. Por ejemplo, un exceso de ingredientes oclusivos en pieles que no lo necesitan, ingredientes exfoliantes o astringentes cuando necesitas algo calmante, etc. Esto incluye utilizar productos antiacné cuando no se necesitan.

  • Combinaciones de producto inadecuadas para tu tipo de piel. Por ejemplo, combinar ácidos exfoliantes, retinol y vitamina C en una misma rutina, sin una pauta clara.

Cómo distinguir entre piel acnéica y piel asfíctica

  1. En la piel asfíctica pueden aparecer milliums, puntos negros, granitos sin pus. En la piel con tendencia acnéica, además, se suelen infectar los granos apareciendo comedones con pus, y en el peor de los casos pápulas o pústulas (que son los casos más graves de acné). Es decir, en la piel asfíctica no suele haber tantas infecciones, aunque a veces una y otra van de la mano.

  2. En la piel acnéica suele haber un componente inflamatorio, y suele estar asociado a ciclos (por ejemplo el ciclo hormonal). Mientras que la piel asfíctica no es cíclica, empeora con el uso inadecuado de cosméticos y mejora cuando dejamos de usarlos (o cuando cambiamos la rutina a una más adecuada).

Cómo tratar una piel asfíctica

En primer lugar, revisando la rutina. Revisa que la limpieza sea adecuada para tu tipo de piel, haciendo una doble limpieza en los casos en los que esté recomendado (por la noche, si te maquillas, si utilizas protector solar, etc).

Hay que eliminar (o moderar) el uso de ingredientes comedogénicos o oclusivos, y utilizar ingredientes que eviten la pérdida agua transepidérmica pero que no taponen las pieles mixtas o grasas, por ejemplo ceramidas.

Si has introducido un producto con exfoliantes ácidos en tu rutina, es importante que revises su uso para no excederte, ya que eso podría alterar la piel provocando la asfixia.

El uso de exfoliantes ácidos está recomendado en pieles asfíctica pero abusar de ellos puede empeorarla. Por ejemplo, podrías probar la técnica del Skin Cycling para dejar periodos de descanso entre activo y activo.

Lo mismo pasa con el retinol: respetar el tiempo de retinización de la piel, así como elegir un producto con retinol adecuado al tipo de piel y experiencia con ese ingrediente es importante para evitar la piel asfíctica.

Hay dos ingredientes clave que te recomiendo para tratar la piel asfíctica: la niacinamida, por un lado, que es calmante, seboreguladora, antioxidante e hidratante.

En definitiva, simplifica tu rutina, introduce los productos con activos importantes poco a poco y, siempre que lo necesites, consulta un/a especialista en dermatología, dermatología farmacéutica o cosmetología para que te recomiende lo mejor en tu caso.

En algunos casos, te recomendarán realizarte una limpieza o exfoliación de forma profesional.

Por último, algo que te puede ayudar a tratar la piel asfíctica además de revisar la rutina facial, es tener una alimentación antiinflamatoria.