¿Qué son las plantas adaptógenas y por qué son tan importantes?

Escrito por Raquel Ballesteros el 01/03/2022

¿Qué son las plantas adaptógenas y por qué son tan importantes?

Muchas veces vivimos situaciones estresantes que nos abruman y no sabemos qué podemos hacer para equilibrarnos de nuevo. En otras ocasiones, lo que nos afecta es el cansancio y el insomnio. A continuación te explicamos qué pueden hacer los adaptógenos naturales por ti en estos y otros casos similares, ya que tienen propiedades muy interesantes que debes conocer y que beneficiarán tu cuerpo para que el día a día sea más llevadero. 

¿Qué son las plantas adaptógenas?

A partir de una resolución del gobierno de la URSS en 1943, se iniciaron estudios para conocer si existían sustancias naturales en plantas que potenciaran la aptitud y el desempeño humano.

Así, en 1947, el farmacólogo ruso Nicolai Lazarev creó el concepto de adaptógeno: “sustancia farmacológica que induce a un estado de resistencia aumentada no específica”.

Posteriormente, desde 1968, el jefe ruso del Departamento de fisiología y farmacología, llamado Israel Brekhman, estableció más criterios para caracterizar los adaptógenos: resistencia del organismo, ausencia de toxicidad, etc.

Fue a partir de 1969 que se publicaron estudios e investigaciones a nivel internacional.

Como apunte, añadir que en la medicina tradicional china el concepto usado para este tipo de plantas es “tónicos superiores”, desde hace miles de años.

¿Para qué sirven las plantas adaptógenas?

Son hierbas medicinales que actúan regulando nuestras funciones fisiológicas, contrarrestando los síntomas de estrés y ayudando al cuerpo a adaptarse a un esfuerzo puntual, resistiendo frente consecuencias negativas. Se diferencian de las plantas tónicas, como el romero, las cuales tienen un efecto “recuperador”.

En concreto, en la actualidad se las conoce como plantas que: no aportan una respuesta específica, tienen un efecto general y realizan una acción normalizadora y polivalente.
Además, existen estudios relacionados con los beneficios neuroprotectores y sobre las funciones cognitivas mejoradas en casos de fatiga o astenia.

Hoy en día el número de plantas adaptógenas es muy limitado. Recuerda: actúan sobre todo el organismo y aportan interesantes propiedades, especialmente para combatir el estrés prolongado.

¿Cómo tomar adaptógenos?

“Las plantas adaptógenas las encontramos como ingredientes de complementos alimenticios para momentos de estrés o fatiga”, comenta nuestra farmacéutica Mar Santamaria. “No hay que confundirlas con medicamentos, su función es de apoyo y hay que tomarlos durante un periodo de 2 a 3 meses. Si existen problemas anímicos de elevada intensidad y persistencia en el tiempo, el uso de un complemento alimenticio no puede sustituir nunca una valoración médica y el soporte profesional necesario”.

Recordemos que, como otros extractos de plantas de los complementos alimenticios, no son adecuadas durante el embarazo o lactancia, tampoco en niños. “Por su experiencia de uso y evaluaciones posteriores, cada planta tiene descrita (con mayor o menor detalle) su utilidad, precauciones y contraindicaciones“, añade la farmacéutica.

“Al igual que con el uso de otros complementos alimenticios, si queremos utilizarlos bien, lo aconsejable es consultar con un profesional sanitario que nos oriente“, concluye la farmacéutica.

¿Cuáles son los mejores adaptógenos?

Esta es la lista de plantas adaptógenas “primarias” oficiales, probadas en los años 50:

Nombre común – Nombre científico

 

  1. Ashwagandha – Withania somnifera

  2. Cordyceps – Cordyceps sinensis

  3. Eleutero – Eleutherococcus senticosus

  4. Ginseng – Panax ginseng, Panax quinquefolius

  5. Albahaca sagrada – Ocimum tenuiflorum, Ocimum sanctum

  6. Regaliz – Glycyrrhiza glabra

  7. Rhodiola – Rhodiola rosea

  8. Shisandra – Schisandra chinensis

  9. Shilajit – Brea mineral


También hay que tener en cuenta que, aunque las adaptógenas son una buena ayuda, lo importante es no llegar hasta el agotamiento físico y/o mental. Es fundamental conservar las horas de sueño, seguir una buena dieta y llevar un estilo de vida saludable. ¡Escucha a tu cuerpo y mantenlo sano!