Los chupetes que están fabricados con silicona se desgastan con menos facilidad que los de látex, aunque es recomendable desecharlos cuando se aprecien marcas de mordiscos en la tetina, debidas al uso. Además, son fáciles de limpiar y no quedan olores ni sabores impregnados en la tetina después de esterilizarlos, y suelen ser mejor aceptados por los bebés recién nacidos, aunque esto siempre dependerá de cada niño, que es quién elige finalmente el chupete que más le gusta.