¿Qué debo saber sobre el nuevo coronavirus?

Escrito por Mar Santamaria Sala el 18/03/2020

¿Qué debo saber sobre el nuevo coronavirus?

En un mundo tan conectado, una emergencia sanitaria global como la que estamos viviendo inunda la red de mucha información. En el punto álgido de una pandemia no existen verdades absolutas y hay que ir revisando día a día la información en base a la evidencia científica del momento.

Es inevitable que nos asalten dudas e inquietudes, también a los profesionales sanitarios. Nuestra obligación, en estos momentos, es seguir al pie de la letra todas las recomendaciones de las fuentes oficiales. Pensando en el bien común y en minimizar los efectos negativos que esta enfermedad pueda tener en las personas más sensibles.

Cómo hacer frente al Covid-19

Con esta intención, os presentamos informaciones y recursos validados sobre las medidas a adoptar ante la nueva enfermedad Covid-19:

  1. Como sabemos, el Covid-19 es una enfermedad infecciosa causada por un nuevo virus de la familia de los coronavirus. El primer brote de esta enfermedad tuvo lugar en China, en la ciudad de Wuhan, a finales de diciembre de 2019.
  2. Al cabo de poco tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la enfermedad era una crisis internacional de salud pública. Muchos países se están viendo afectados por ella.
  3. En nuestro contexto, se han adoptado unas medidas para su mitigación que recaen en el cumplimiento de unas normas estrictas por parte de la ciudadanía. El objetivo es ralentizar su transmisión entre personas y conseguir lo que ya se conoce como una “disminución de la curva” –es decir, hacer que su propagación sea más lenta en el tiempo y esto permita a los servicios sanitarios adecuarse a las necesidades de la población.

Para ello, tomemos nota de estas recomendaciones:

  1. Quedémonos en casa. Evitemos el contacto o socialización con otras personas y el uso de transporte público. Sigamos la recomendación de teletrabajo siempre que sea posible. Salgamos sólo para lo imprescindible: adquirir alimentos, medicamentos de primera necesidad o para atender las necesidades de nuestras mascotas. Dentro y fuera de los establecimientos, mantengamos la distancia de 1,5 metros con cualquier persona y evitemos aglomeraciones. Tampoco es buen momento para ir a visitar familiares o amigos a sus casas. Niños y niñas no deberían relacionarse entre amigos, ni acudir a espacios lúdicos exteriores.
  2. Limpiemos las manos con frecuencia. Con agua y jabón, durante el tiempo suficiente y de forma correcta. Con especial énfasis en estos momentos: cuando entremos en casa viniendo de fuera, antes de comer y manipular alimentos, y después de ir al baño. Si nos encontramos fuera de casa para adquirir un producto de primera necesidad, podemos utilizar un gel hidroalcohólico. Evitemos tocarnos la cara con las manos. Evitemos también tocar mobiliario urbano, objetos o superficies dentro de los establecimientos. Por precaución, podemos utilizar siempre las mismas bolsas de compra y dejarlas “en cuarentena” en el recibidor de casa, así como los zapatos. Hay que realizar una correcta desinfección de los suelos en casa con los productos habituales de limpieza (por ejemplo, lejía diluida).
  3. Debemos evitar acudir a centros de salud o farmacias si tenemos síntomas como fiebre, tos o malestar general. Si estamos pasando una forma leve de la enfermedad, es mejor permanecer en casa. Es en este momento cuando podemos contagiarla con mayor facilidad y tenemos que pensar en proteger a las personas de edad avanzada o más vulnerables. En caso de síntomas, tenemos que aislarnos de las personas con las que convivimos y extremar las medidas de higiene en el hogar. Si es posible, podemos mandar a un familiar o vecino a por los medicamentos o alimentos. Para aclarar dudas de salud, consultemos siempre las webs oficiales habilitadas con esta finalidad. Evitemos hacer llamadas poco urgentes a los teléfonos de atención sanitaria o emergencias, así se mantendrán operativos para las urgencias.
  4. Expliquemos a los niños y niñas, con palabras sencillas, la excepcionalidad de la situación. Sin alarmarles. Podemos hacer pedagogía sobre por qué hay que permanecer en casa y cuáles son las medidas de higiene básicas. A través de juegos o recursos creativos, podemos inculcarles la importancia de lavarse las manos a menudo o de toser sobre un pañuelo de papel. Existen multitud de actividades compartidas en las redes para ayudar al entretenimiento de los más pequeños y que resulte algo más llevadero para ellos. También nos encontramos con iniciativas de psicólogos/as que, de manera solidaria, ofrecen sus consejos a distancia.
  5. Evitemos la difusión de bulos y falsos rumores. Seamos muy responsables. No sigamos ninguna recomendación que no esté avalada por fuentes oficiales de información. Algunos ejemplos de los bulos que circulan para prevenir la infección son: enjuagarse la nariz con una solución salina, tomar infusiones a determinada temperatura o rociar alcohol directamente sobre la piel o mucosas. Además de no ser medidas efectivas, algunas pueden ser peligrosas. Para encontrar información fiable, os recomendamos: la página web de la Organización Mundial de la Salud y las webs de las autoridades sanitarias de nuestro entorno (Ministerio de Sanidad y Servicios de Salud autonómicos).
  6. La elaboración en casa de geles hidroalcohólicos y otros productos no son recomendables. Al no contar con el material y las condiciones óptimas para su fabricación, no serán productos seguros. Evitemos hacer experimentos caseros y prioricemos el uso seguro de los productos sanitarios de los que disponemos. Como comentábamos, si la limpieza de manos con agua y jabón se realiza de forma correcta, es igual de efectiva que el empleo de un gel hidroalcohólico.
  7. No acaparemos bienes o recursos sin necesidad. Para preservar la disponibilidad de productos, alimentos y medicamentos, no es necesario almacenarlos en exceso dentro de casa. Solo provoca una sensación mayor de inseguridad y contribuye a que, personas más vulnerables que dependen de ciertos productos, vean restringido su abastecimiento.
  8. Tengamos paciencia y pongámoslo fácil a las personas que tienen que trabajar bajo mucha presión durante estos días: todos los profesionales sanitarios y agentes sociales, tenderos, personal de limpieza y de los servicios básicos. Mantener la cordialidad y fomentar la solidaridad entre conciudadanos, ahora más que nunca, es de gran ayuda.
  9. Descansemos y tomemos buenos alimentos. Es recomendable dormir las horas suficientes, seguir una dieta equilibrada y mantenernos activos dentro de casa. Ayuda a nuestro sistema inmune y a la salud psicológica. En casos en los que sea necesario, se puede complementar la dieta con un suplemento nutricional o multivitamínico. Pero no es imprescindible para todas las personas, ni una garantía de prevención de contagio. Los suplementos sí pueden ser útiles en personas que no alcanzan cubrir las necesidades de micronutrientes a través de la dieta o tienen un incremento de sus necesidades por exceso de trabajo o estrés mental y físico. En relación a los complementos a base de plantas que apoyan el sistema inmune hay que consultar siempre las contraindicaciones en cada caso y tomarlos cuándo estén bien indicados.
  10. Finalmente, intentemos mantener el ánimo. Las medidas restrictivas pueden ser molestas. El confinamiento en casa no es algo a lo que estemos acostumbrados. Aprovechemos las iniciativas solidarias virtuales para hacerlo más llevadero: cursos online, prácticas sencillas de ejercicio físico guiado, recursos para la relajación o el entretenimiento audiovisual. Los libros y las actividades creativas también pueden ser unos buenos aliados en este momento.

Fuentes:

Organización Mundial de la salud (OMS)

Hospital clínico de Barcelona

ISGlobal

Colegios profesionales sanitarios oficiales