
Con la llegada de los meses más fríos del año, también regresa un viejo conocido: el aumento de los virus respiratorios. Otoño e invierno son, tradicionalmente, las estaciones en las que más casos de gripe, resfriados y otras infecciones de las vías respiratorias se registran en España. Las bajas temperaturas, los cambios bruscos de clima y el hecho de pasar más tiempo en espacios cerrados y poco ventilados crean el entorno perfecto para la propagación de estos virus.
Los especialistas en salud pública ya advierten de que, aunque cada temporada tiene sus particularidades, el comportamiento de los virus respiratorios tiende a seguir patrones similares en todo el hemisferio norte.
En España, factores como las posibles mutaciones de los virus, las condiciones climáticas y las tasas de vacunación serán determinantes para controlar la incidencia. Pero, más allá de las cifras, lo que sí está claro es que cada persona puede tomar medidas sencillas para proteger su salud y reducir el impacto de las infecciones respiratorias.
Para ello, Mar Santamaría, responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, comparte sus consejos para cuidar las vías respiratorias y sobrellevar mejor los síntomas de gripes, resfriados o infecciones leves. Porque, aunque no siempre sea posible evitar contagiarse, sí lo es preparar nuestro cuerpo y nuestro entorno para afrontar esta temporada con más defensas y bienestar.
Consejos para sobrellevar mejor las infecciones de vías respiratorias altas
Siendo conscientes de que durante esta temporada las posibilidades de quedar atrapado entre alguna que otra gripe u otro virus (resfriado, covid,... sobre todo de tipo respiratorio), son altas, es importante prepararse y contar con las herramientas necesarias para poder sobrellevar la situación de la mejor forma posible.

Toma líquidos: los caldos (el de pollo y/o de huesos rico en colágeno, especialmente), las infusiones y el agua vienen muy bien en este contexto para mantenerse bien hidratado, combatir la fiebre y procurar una mínima ingesta de alimento fácil de digerir, así como para facilitar la expulsión de la mucosidad.
Duerme, descansa, es lo que más agradece tu sistema inmunitario para tener disponible toda la energía y hacer frente a la infección. El cuerpo necesita una pausa para irse reponiendo progresivamente.
Para evitar el contagio a personas convivientes, ventila la estancia a diario, lávate las manos con frecuencia y utiliza pañuelos de papel desechables. El uso de mascarillas, que bien conocemos, también ayuda a poner freno a los contagios.
Siempre que te lo indiquen desde tu centro de salud, vacúnate contra la gripe, la covid-19 y con la vacuna antineumocócica. Si tienes dudas, consúltalo con tu profesional de salud de referencia.
Presta especial atención a las personas vulnerables o con factores de riesgo y que presenten síntomas: lactantes y niños pequeños, personas con enfermedades crónicas y/o inmunosupresión, mujeres embarazadas y personas mayores, deberán consultar siempre con su médico/a de referencia en caso de dudas.
Y para aliviar los síntomas más habituales…
Para la congestión nasal realiza a diario una limpieza de la cavidad nasal con un spray de agua de mar. Durante el día, también puedes utilizar un spray descongestivo (mejor si es un producto sanitario sin principio activo vasoconstrictor, para evitar el molesto “efecto rebote” o posibles interacciones medicamentosas).
Los que tienen extractos de plantas con acción local descongestiva pueden ser buena opción (aceites esenciales de eucalipto, abeto negro, geranio, extractos de hamamelis, tomillo...). Consultar antes en edad pediátrica y durante el embarazo, o si tienes alergias a plantas.
Para la tos se puede emplear un jarabe específico. Ya sea a base de extractos vegetales (llantén, miel, eucalipto, helicriso) o con principios activos medicamentosos. Hay que identificar si predomina la tos productiva (con mucosidad y expectoración) o seca (irritativa y sin mucosidad). En este sentido, es recomendable seguir las recomendaciones de un profesional de la salud para tomar el jarabe idóneo (mucolítico y expectorante o antitusivo). Mantén el ambiente bien humidificado, en caso de que sea muy seco.
Para las molestias garganta, los comprimidos para chupar a base de própolis y/o extractos de plantas resultan eficaces y proporcionan alivio. También existen presentaciones con medicamento para calmar el dolor intenso y/o con acción antiinflamatoria.
Para el malestar general y la fiebre, puedes tomar un medicamento antitérmico como el paracetamol (en dosis de 500mg o 650mg cada 8 horas para adultos, si no hay ninguna contraindicación). Antes de automedicarte, si tienes dudas o tomas otra medicación, resulta adecuado pedir consejo profesional. En niños, sigue al pie de la letra las indicaciones de su pediatra.
Si los síntomas persisten, aparece dificultad para respirar, fiebre alta o un gran malestar general, consulta con tu profesional de la salud de referencia.






