Crema para el cuidado facial con activos 100% orgánicos, que permite encontrar una piel con una textura uniforme, hidratada y libre de sus pequeños granitos. La miel de manuka, unida a la eficacia del té verde y el aceite de cáñamo, ayuda a tratar y prevenir las pequeñas imperfecciones de la piel como pequeños granitos, ojeras y pequeñas cicatrices. Además, la cafeína del té verde estimula la circulación sanguínea y, por lo tanto, reduce las bolsas y las ojeras. Este tratamiento facial es ideal para pieles sensibles ya que su formulación no es agresiva. El 99% de los ingredientes son de origen natural y el 39% proceden de agricultura ecológica. Producto orgánico hecho en Francia.