El té negro es intenso y cálido, desvelador de recuerdos dormidos. La canela lo dota de dulzor, aroma y sabor característicos. A las propiedades del té negro se suman las virtudes digestivas de la canela: nos ayuda en las digestiones difíciles, previene y trata problemas de flatulencias, pero también es efectiva en procesos catarrales con presencia de mucosidad y ayuda a la circulación de la sangre de los dedos de manos y pies en un clima frío.
 
                     
     
                                     
                                     
                         
                                              
                     
                                     
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                