6 causas de dolor de espalda en los niños y cuándo hay que preocuparse

Escrito por Marta Martí el 22/11/2022

Grupo de niños cargando sus mochilas del colegi

Pese a que el dolor de espalda se asocia de manera general a personas de mediana o avanzada edad, es el segundo tipo de dolor más frecuente entre los niños y adolescentes, afectando a casi un 36% del total. Además, muchos de ellos llegan a dejar de practicar deporte o actividad física e incluso presentan dificultades para transportar el material escolar debido al dolor de espalda. ¿Cómo podemos identificar si necesita acudir al médico? ¿Existen causas comunes del dolor de espalda? 

¿Necesita mi hijo ir al médico por el dolor de espalda?

Los siguientes apartados profundizan en las posibles causas del dolor de espalda de los más pequeños. Pero, antes de saber qué puede haber detrás, es importante discernir si este dolor de espalda es motivo para acudir al médico. 

El dolor de espalda en un niño puede ser debido a lesiones musculares o una causa menor, pero siempre será recomendable la evaluación médica. Sobre todo, si este dolor de espalda no mejora en unos días o llega a empeorar. Para saberlo, existen una serie de indicadores:

  • El dolor de espalda se produce en un niño de 4 años o menos.

  • Se producen dolores nocturnos, que incluso llegan a despertar al niño. 

  • Dolor constante o que dura más de varias semanas.

  • Fiebre, escalofríos, malestar, pérdida de peso y otros signos generales de enfermedad.

  • Dolor, entumecimiento o debilidad en las piernas.

Si se presentan algunos de estos síntomas, lo más recomendable es acudir al médico que evaluará mediante examen físico al niño, pidiendo pruebas para alcanzar el diagnóstico más preciso. 

Dolor muscular de espalda

El dolor de espalda muscular es el motivo más común de dolor de espalda en niños y adolescentes. Entre las lesiones se encuentran: las distensiones musculares y de ligamentos, las lesiones por movimiento repetitivo y los problemas de postura.

Este tipo de dolor de espalda suele aliviarse con reposo, fisioterapia, masajes o mediante ejercicios de estiramiento. 

Fracturas por esfuerzo

Las fracturas por esfuerzo continuado acostumbran a producirse en la columna vertebral, normalmente en adolescentes. Es posible que ni siquiera se den cuenta de que están lesionados, ya que los síntomas evidentes a veces pueden tardar en aparecer.

El tipo más común de fractura por esfuerzo de la columna vertebral se denomina espondilólisis, un tipo de lesión ósea que se produce en la parte posterior de la columna vertebral. Esta lesión suele afectar a los adolescentes que practican deportes que implican una hiperextensión (inclinación hacia atrás) repetida.

Si la fractura por esfuerzo se produce en ambos lados de la columna vertebral, esta puede volverse inestable. A su vez, esta afección, conocida como espondilolistesis o "deslizamiento vertebral", puede llegar a provocar problemas de alineación en las vértebras (huesos de la espalda).

Por su parte, la espondilólisis no tiene una solución directa, pero si puede llegar a mejorarse puntualmente gracias a fisioterapia, quiropráctica o la utilización de un corsé. En estos casos, la cirugía suele reservarse para aquellos niños o adolescentes que tienen un dolor persistente y que no desaparece incluso tras meses de tratamiento. 

Problemas de disco / Hernia Discal

Una hernia discal en la columna vertebral significa que el cojín blando entre dos vértebras se ha roto. Este material discal se ve forzado a salir de su espacio normal, llegando a ejercer presión sobre los nervios y la médula espinal.

Las hernias discales son mucho menos frecuentes en los niños que en los adultos, pero pueden producirse y causar síntomas graves. Entre estos síntomas se incluyen:

  • Dolor, adormecimiento y hormigueo en las piernas

  • Debilidad de las extremidades inferiores

  • Dificultad para doblar o enderezar la columna vertebral

En los niños, el material del disco es normalmente flexible y elástico, lo que significa que tiene una gran capacidad para soportar fuerzas inusuales en la columna vertebral. Con la edad, el disco pierde su elasticidad y flexibilidad y puede ser propenso a romperse. No obstante, los discos de la columna pueden llegar a romperse en el caso de los más pequeños debido a lesiones traumáticas o a una estructura discal anormal, lo que daría lugar a una hernia discal. En este caso, lo más recomendable es la cirugía para aliviar de forma eficaz la presión ejercida sobre el nervio.

Recapitulación

Los deportes y las actividades físicas intensas pueden aumentar el riesgo de que un niño sufra lesiones musculares, fracturas por estrés en la columna vertebral y hernias discales. Normalmente, no es necesaria la cirugía; estas lesiones suelen curarse con reposo y, a veces, con fisioterapia.

Infección

Las infecciones de la columna vertebral suelen producirse en niños pequeños o en adolescentes, pueden provocar síntomas vagos de malestar (sensación general de no estar bien), fiebres bajas y dolor de espalda.

Aunque su diagnóstico suele ser difícil de realizar, normalmente se generan a través de estudios de laboratorio en los que aparecen signos de infección (recuento elevado de glóbulos blancos) o bien, de inflamación.

Por norma general, el tratamiento para las infecciones localizadas en la columna vertebral suele constituir en la administración de antibióticos, la mayoría de las veces por vía intravenosa. 

Asimismo, la cirugía solo se considera si la infección ha llegado a dañar la estructura de la columna vertebral o si la infección no puede controlarse con el suministro de antibióticos.

Anomalías de alineación

Los problemas de alineación de la columna vertebral pueden causar una deformidad notable junto con dolor de espalda. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque las deformidades más sutiles pueden ser perceptibles, rara vez causan dolor.

Las dos deformidades de la columna vertebral más comunes en los niños son:

  • La escoliosis, una deformidad que provoca una curva en forma de S en la columna vertebral que puede verse desde la espalda

  • La cifosis de Scheuermann, que provoca una curvatura pronunciada de la columna vertebral.

Estas dos condiciones son muy diferentes, pero tienen tratamientos muy similares. En casos graves, puede ser necesario el uso de un corsé. 

Para determinar su gravedad, se realizan radiografías o resonancias magnéticas para comprobar la curvatura de la columna vertebral. En este caso, la cirugía solo se considera para las deformidades más graves. 

Tumor

En la columna vertebral pueden aparecer diferentes tumores óseos benignos (no cancerosos) y malignos (cancerosos). A veces causan un dolor importante, otras veces pueden encontrarse sin causar síntomas.

Aunque los tumores de la columna vertebral son una causa muy poco frecuente de dolor de espalda en niños y adolescentes, deben considerarse como un diagnóstico inusual pero posible. Existen algunos signos que pueden alertar del padecimiento de tumores, concretamente el dolor nocturno, el malestar generalizado o la pérdida de peso. 

En estos casos, el tipo de tumor medular será el que determine el tratamiento específico, pero lo más común será la intervención quirúrgica para evitar posteriores deformidades en la columna. Además, los tumores cancerosos de la columna vertebral suelen requerir una combinación de tratamientos, que incluyen medicamentos, radiación y cirugía.

Recapitulación

Con menor frecuencia, el dolor de espalda en niños y adolescentes puede estar causado por afecciones más graves, como deformidades de la columna vertebral, infecciones o tumores. Por su parte, la infección de la columna vertebral suele desaparecer con antibióticos, pero las deformidades graves de la columna pueden requerir un corsé o una intervención quirúrgica. La cirugía es necesaria para los tumores malignos y a menudo también para los benignos.

Resumen

El dolor de espalda es un problema creciente en niños y adolescentes, especialmente entre los que practican deportes, cargan con pesadas mochilas para ir al colegio o tienen un mayor peso corporal. Y entre las causas más comunes del dolor de espalda, destacan las lesiones musculares, que suelen mejorar mediante reposo o ejercicios de estiramiento. Por otro lado, también son comunes las fracturas por esfuerzo constante, así como las hernias discales, que pueden provocar un dolor de espalda persistente.

Por otro lado, y de forma mucho menos frecuente, el dolor de espalda en niños y adolescentes suele estar causado por afecciones más graves, como una infección de la columna vertebral o tumores (benignos y/o malignos) que pueden requerir de intervención quirúrgica. 

La buena noticia es que la gran mayoría de los niños que se quejan de dolor de espalda encuentran un alivio duradero. Aunque el dolor de espalda puede interferir con los deportes y otras actividades, con el programa de tratamiento adecuado, los niños que sufren de esta afección casi siempre pueden volver a realizar esas tareas sin dolor, ni estrés traumático.