El pH vaginal: ¿qué es y cómo regularlo?

Escrito por Sara Fernández el 04/03/2021

El pH vaginal: ¿qué es y cómo regularlo?

Seguramente has visto las siglas “pH” en múltiples ocasiones. Vinculadas al agua, a productos de belleza e incluso a los alimentos, pero ¿sabes qué es el pH vaginal y por qué es importante?

¿Qué es el pH vaginal y cómo se mide?

El pH, abreviatura de “potencial de Hidrógeno”, indica la acidez de una sustancia en una escala del 0 al 14, de forma que cuanto más bajo es el pH, más ácida es la sustancia. Durante la época fértil, el pH vaginal se sitúa entre 4,5 y 5; antes de la aparición de la primera menstruación (menarquia) es prácticamente neutro (alrededor de 7), valor que vuelve a alcanzar en la menopausia. En el caso de la menstruación, el pH sube ligeramente (hasta un 6,8 o incluso un 7,2), y en el embarazo se vuelve más ácido (4 a 4,5).

¿Y cómo se mide? Al igual que para la medición del pH del agua o de otras sustancias, para medir el pH íntimo se utilizan unas tiras reactivas que indican el grado de acidez de una muestra de fluido vaginal.

¿Por qué es importante tener un pH vaginal equilibrado?

Son solo dos letras, pero tienen un gran peso en nuestra salud. Regular el pH íntimo permite mantener la cantidad correcta de bacterias saludables que forman la flora vaginal, al mismo tiempo que impide la proliferación de hongos y patógenos que pueden causar infecciones en la zona íntima.

Un buen pH vaginal favorece el equilibrio de los lactobacilos, las bacterias que constituyen la mayor parte de la flora vaginal y que protegen la zona íntima de las infecciones vaginales como la candidiasis, la vaginitis, la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis, y todas las molestias asociadas como el picor, ardor, irritación, enrojecimiento y sequedad.
Como resultado, al regular el pH vaginal se favorece la comodidad tanto en el día a día como durante el coito.

Señales de que el pH vaginal está desequilibrado

Algunos de los signos de un pH íntimo desequilibrado son los siguientes:

  1. Alteraciones en el flujo vaginal: cambios en la textura, el olor o el color.
  2. Picor íntimo, escozor y sequedad vaginal.
  3. Molestias al orinar y al mantener relaciones sexuales.

La aparición de cualquiera de estos signos indica la necesidad de acudir a un ginecólogo, que proporcionará un diagnóstico y un tratamiento adecuado a cada caso.

Factores que alteran el equilibrio del pH vaginal

Nuestros hábitos cotidianos y otras circunstancias especiales influyen directamente en el equilibrio y desequilibrio del pH vaginal. Los principales factores que pueden alterarlo son los siguientes:

  1. Productos perfumados: el papel higiénico perfumado, las compresas o los talcos alteran el pH vaginal. Para evitarlo, elige productos de higiene íntima sin perfumes. Además, es importante evitar el uso de esponjas y guantes en los genitales.
  2. Toma de medicación: el consumo de medicación como los antibióticos puede causar desequilibrios en la flora vaginal. Por este motivo, es importante hacer un seguimiento con el ginecólogo o profesional sanitario de referencia durante su administración.
  3. Duchas vaginales: la ducha vaginal consiste en lavar o irrigar el interior de la vagina con agua u otras soluciones médicas. Sin embargo, esta práctica puede alterar el pH y la flora vaginal, con lo que los patógenos pueden acabar proliferando aún más.
  4. Humedad: es importante secar la zona íntima tras una ducha o después de un baño; lo mismo es válido si sudamos mucho. La humedad puede causar la proliferación de hongos, que pueden dar como resultado una candidiasis vaginal. Para evitarlo, al salir de la ducha usa una toalla limpia y sécate con toques suaves, sin frotar.
  5. Ropa interior ajustada o de materiales inadecuados: utiliza ropa interior de algodón y evita prendas ajustadas y poco transpirables. Al hacer ejercicio o al salir de la piscina o la playa, cámbiate cuanto antes.
  6. Higiene íntima insuficiente o incorrecta: es importante lavarse las manos tanto después como antes de ir al baño. Tras orinar, hay que asegurarse de que se limpia la zona perineal de adelante hacia atrás (y no al revés) para evitar infecciones causadas por bacterias fecales. Asimismo, se necesita tener una higiene adecuada antes y después de las relaciones sexuales y durante la menstruación, donde la higiene tiene que ser constante y el cambio de compresa, tampón (o limpieza, en el caso de la copa menstrual) debe ser frecuente.

Recomendaciones para proteger la zona íntima y el pH vaginal

Mantener unos hábitos saludables y el uso de productos de higiene personal respetuosos con el pH íntimo es fundamental para su equilibrio. En concreto, se recomienda usar un jabón íntimo específico para la zona y de tipo hipoalergénico. Por ejemplo, te recomendamos Melagyn® Gel, un gel íntimo de la marca de farmacia Gynea. Está formulado a base de aceite esencial de árbol del té, con propiedades dermoprotectoras y un pH alcalino superior a 8. Además, ayuda a reparar y a proteger la piel de la zona íntima, aporta una sensación de frescor y favorece el mantenimiento del pH vaginal dentro de sus valores fisiológicos.

Incorpora probióticos a tu dieta. Su consumo es beneficioso tanto para la microbiota intestinal como para la vaginal. Ingredientes naturales como la avena, los cereales, el ajo, la cebolla, las alcachofas o las legumbres son muy beneficiosos. Además, también existen productos íntimos con prebióticos, como Melagyn® óvulos vaginales, que pueden aplicarse directamente en la zona íntima para equilibrar su pH. Están indicados para el tratamiento y la prevención de las infecciones vaginales como la candidiasis, la vaginitis y las alteraciones ligadas al embarazo, la menstruación o la toma de antibióticos.

También existen geles que favorecen la hidratación y combaten los picores. En función de la necesidad, te recomendamos Melagyn® Hidratante Vulvar, un gel de uso externo que proporciona una hidratación inmediata y ayuda a recuperar el confort y bienestar de la zona genital, o bien Melagyn® Hidratante Vaginal, un gel mucoadherente (no hormonal) que hidrata y favorece la recuperación de la flexibilidad y elasticidad de la mucosa vaginal.

 

Se presentan en los siguientes formatos, respectivamente:

 

Y si necesitas una solución higiénica que funcione tanto dentro como fuera de casa, puedes usar las toallitas de Melagyn, que crean una pantalla protectora frente al crecimiento de hongos sin alterar el pH vaginal:

 

Como has podido comprobar, los buenos hábitos influirán directamente en el equilibrio de tu pH vaginal. No obstante, si crees que podrías tener una alteración o necesitas ayuda, ponte en contacto con tu ginecólogo o profesional de la salud de referencia lo antes posible para un tratamiento y diagnóstico adecuados.

¿Cuál de estos consejos te ha ayudado más?