¿Está mi bebé preparado para tomar alimentos sólidos?

Escrito por Marta Martí el 13/10/2022

¿Está mi bebé preparado para tomar alimentos sólidos?

El tiempo vuela y sobre todo cuando se trata de esas primeras etapas de crecimiento y desarrollo de tu bebé. Se trata de momentos cargados de ilusión y nuevas experiencias para el pequeño que se desarrollan a una enorme velocidad. En este proceso acelerado de cambio, también es normal que aparezcan algunas dudas. Por eso, hoy vamos a profundizar un poco más en uno de los cambios más importantes que experimenta tu bebé en su etapa más temprana: la transición hacia los alimentos sólidos. ¿Cómo abordarla? ¿Qué productos son los más recomendables? ¿A partir de qué mes se debe iniciar? ¡Te lo contamos!


¿Qué es la etapa de transición alimenticia?

Se trata del inicio de la alimentación complementaria para el bebé. Es decir, la etapa a partir de la cual se introducen en la dieta de los más pequeños los alimentos sólidos, siempre de forma gradual y adaptada a las necesidades particulares de cada bebé.

Esta etapa en la que de forma progresiva se deja atrás la leche materna o de fórmula*, se suele iniciar entre los 4 y los 7 meses de edad. Como ves, un periodo bastante amplio de tiempo y es que cada caso es muy particular en la etapa de transición alimenticia de los bebés

No obstante, existen algunas señales identificativas que pueden indicar que tu bebé ya está preparado para iniciarse en la transición hacia los alimentos sólidos:

  • Movimientos reflejos de la lengua. El reflejo de lateralización de la lengua hace que el bebé pueda mover de un lado a otro de la lengua los alimentos para poderlos “masticar”.

  • Aparece el reflejo de masticación. Pese a no tener desarrollados los dientes, los bebés poseen el reflejo de mordida fásico en el que se moviliza la mandíbula para partir los alimentos. Este únicamente se activa o, mejor dicho, se aprende mediante la experimentación con alimentos sólidos. 

  • Mayor fuerza de succión. Otro indicativo que muestra que el bebé puede estar preparado para transicionar hacia los alimentos sólidos es que desarrolla una mayor fuerza de succión. 

  • Interés curioso por las texturas. El hecho de manosear alimentos e interesarse por algunas texturas también es un indicio de que el bebé está preparado para esta transición.  

  • Capacidad para sostener la cabeza sin ayuda. El bebé ya tiene un buen control de cabeza y cuello y puede mantenerse erguido de manera autónoma. Esto es definitorio porque significa que el bebé tiene la suficiente habilidad para tragar alimentos sólidos sin riesgo de atragantamiento. 

  • Desaparece la interposición lingual. El reflejo autónomo de colocar la lengua entre los dientes centrales o laterales en estado de reposo desaparece o se atenúa. 

Estos puntos son todos signos de que el bebé está ya preparado para la transición progresiva a los alimentos sólidos. Aunque, como cada caso es particular y especial, debes consultar siempre con tu pediatra de confianza para que te asegure al 100% que puedes introducir alimentos sólidos en la dieta de tu bebé sin ningún tipo de riesgo. 


¿Cuál es la mejor forma para que mi bebé se inicie con los alimentos sólidos?

Tras obtener la aprobación definitiva por parte del pediatra, toca iniciar la etapa de transición hacia los alimentos sólidos. Una muy buena elección son los cereales, ya que, son una excelente fuente de fibras, proteínas e hidratos de carbono y se pueden preparar en papillas muy nutritivas y saciantes. 

En este sentido, Almirón Cereales Ecológicos son una opción saludable para completar la dieta de tu bebé en esta etapa tan importante de su alimentación. Esta gama de cereales está compuesta en un  99,9% por ingredientes ecológicos y no contiene azúcares añadidos (a excepción de los naturalmente presentes), ni procesados, lo que facilita su digestión. Además, están enriquecidos con vitamina B1, que ayuda a convertir los nutrientes consumidos en energía. Asimismo, se presentan en un práctico formato zip que permite conservar los beneficios de los cereales como el primer día.
Otra de las ventajas de estos cereales es que se pueden encontrar diversas variedades que se ajustan a las necesidades específicas del bebé:

¿Cómo puedo preparar cereales para mi bebé?

  • En biberón:

El primer paso es mantener una buena higiene de manos, así como del biberón que vayas a utilizar. Después, prepara el biberón con 210ml de leche caliente (entre 32 y 36ºC como mucho), aquella que tu bebé tome habitualmente tu bebé*. A continuación, añade de 2 a 3 cucharadas soperas de cereales y tapa el biberón. Agita la mezcla hasta conseguir una disolución uniforme e incorpora la tetina. ¡Listo para tomar!

  • En papilla:

Añade en un plato 200ml de la leche caliente que habitualmente tome tu bebé y añade de 3 a 4 cucharadas soperas de cereales. A continuación, remueve con un tenedor hasta conseguir una mezcla uniforme. ¡A comer! 


Algunos consejos para alimentar al bebé evitando causarle estrés

  • Selecciona un momento del día en el que tu bebé no esté cansado. Ahora que va a enfrentarse a texturas y sabores nuevos, es importante que esté lo más calmado posible para que pueda experimentar.

  • Apoya al bebé cómodamente, ya sea en tu regazo o en una silla alta, para que esté seguro y tenga autonomía. 

  • Prueba a introducir paulatinamente algunos alimentos en su dieta. Piezas de fruta como los plátanos son ideales por su tamaño y textura.

  • Establece una rutina horaria para la comida. De ese modo se acostumbrará a seguir una pauta que formará parte de su día a día de manera natural.

  • Evita forzar a tu bebé si no le gusta la comida o si no quiere más. Es importante aprender a ver las señales del pequeño para no sugestionarlo y crear un ambiente agradable y distendido en las comidas.


En definitiva, se trata de una etapa de adaptación en la que debes aprender a observar atentamente a tu bebé para que poco a poco vaya aceptando alimentos sólidos en su dieta. Cabe recordar que cada caso es muy particular y que no debes alarmarte si tu bebé rechaza los alimentos sólidos las primeras veces, todo lleva su tiempo de aprendizaje

Asimismo, establecer una rutina y una pauta sin estrés a la hora de llevar a cabo las comidas, es esencial para que paulatinamente el bebé se desprenda de la dieta líquida y pase a una dieta más variada. En caso de que se te presenten dudas durante este proceso de transición a la comida sólida es muy importante que consultes con tu pediatra de confianza para solventarlas de la mejor forma posible. ¡Todo camino empieza con pequeños primeros pasos!



*La leche materna es el mejor alimento para el bebé. En el caso de no poder proporcionarla, o de que resulte insuficiente, el pediatra es el profesional más indicado para aconsejar el tipo de leche idóneo para lactantes.