Descripción
Lactoflora Protector Intestinal Adulto Sabor Fresa 10 frascos es un complemento alimenticio simbiótico que ayuda a mejorar la función intestinal y la salud gastrointestinal.
Su fórmula con mezcla de probióticos y fibra prebiótica, vitaminas y jengibre contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmunitario y al bienestar gastrointestinal.
No contiene gluten, lactosa, ni proteína de la leche. Apto para diabéticos.
Modo de empleo
Para mantenimiento de la microbiota intestinal: se recomienda tomar 1 frasco al día durante 1 semana. En casos de desequilibrios o cuando se está en tratamiento con antibióticos, incrementar la dosis a 1 frasco al día durante 2 semanas. Para obtener los máximos beneficios, se aconseja completar un envase mensual (10 frascos). Se recomienda no mezclar Lactoflora con líquidos calientes para conservar la eficacia de los probióticos. Además, en caso de tomar antibióticos, asegúrate de separar la ingesta del probiótico por lo menos 2 horas para maximizar los beneficios.
Composición
En el tapón dosificador: mezcla Howaru® Restore (Lactobacillus acidophilus NCFM ®*, Lactobacillus paracasei Lpc-37*, Bifidobacterium lactis Bi-07*, Bifidobacterium lactis Bl-04*), nicotinamida (niacina), pantotenato de calcio (ácido pantoténico), antiagregantes (sílice, talco), betaglucanos, antiagregante (estearato de magnesio), cianocobalamina (vitamina B12), piridoxina clorhidrato (vitamina B6), clorhidrato de tiamina (vitamina B1), riboflavina (vitamina B2) y ácido fólico. En el frasco: agua, fructosa, extracto acuoso de raíz de jengibre (glicerina, agua, Zingiber officinale Rhizome Extract), arabinogalactooligosacáridos, aromas, espesante (carragenina (E-407)), conservantes (ácido sórbico (E-200), benzoato de sodio (E-211)), regulador de pH (citrato sódico) y acidificante (ácido cítrico). * Marcas registradas Danisco A/S Copenhague, Dinamarca. Cepas depositadas en la muestroteca de cepas internacional A.T.C.C. Sin gluten – Apto para intolerantes a la lactosa.
Consejo Farmacéutico
Los probióticos son microorganismos que forman parte de nuestra microbiota o población bacteriana beneficiosa que habita en nuestro intestino. Una microbiota en equilibrio contribuye a una mejor regulación de las funciones metabólicas, la óptima absorción de nutrientes y el control de la permeabilidad intestinal. Todos estos procesos tienen relación con el mantenimiento de la salud.
Se ha llegado a correlacionar la disbiosis intestinal (alteración de la microbiota) con un mayor riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes, ciertos tipos de cáncer o las enfermedades autoinmunes.
La ingesta de determinadas cepas probióticas, en dosis estandarizadas y en forma de complemento alimenticio, contribuye al mantenimiento de la microbiota intestinal y/o vaginal. Tras la toma de algunos medicamentos, como los antibióticos, este tipo de suplementación aporta notables beneficios. También es posible aprovecharnos de estos beneficios en otras partes de nuestro organismo (como es el caso de la microbiota vaginal, cutánea o del cuero cabelludo), al añadir ingredientes probióticos a la cosmética corporal y facial o a productos sanitarios de aplicación vaginal. En estos últimos ejemplos, la incorporación de probióticos específicos también ayuda a restablecer este equilibrio desde el exterior (por vía tópica).
Si estás considerando el uso de probióticos consulta antes con un/a profesional sanitario/a para saber cuál son más adecuados para ti.