La menta en infusión tienen propiedades diuréticas, ayudando al riñón a eliminar el exceso de agua y sodio. También es una de las infusiones más efectivas para frenar la producción de gases.
Al poseer componentes fenólicos como el ácido rosmarínico y flavonoides (eriocitrina, luteolina y hesperidina), diferentes estudios han concluido que la menta posee efectos antibacterianos y antioxidantes.