Bronquiolitis infantil: ¿Cómo prevenirla y tratarla?

Escrito por Seila Cuartero el 28/11/2022

Bebé sobre la cama mientras le dan crema

¿Sabías que la bronquiolitis es una enfermedad muy contagiosa que se propaga como una epidemia en otoño? Actualmente, según datos de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas, las urgencias pediátricas están atendiendo un 40% más de casos que antes de la pandemia. 

Mientras la epidemia de bronquiolitis está en pleno apogeo en la comunidad infantil, muchos padres se encuentran perdidos ante esta infección vírica. Por tanto, se trata de conocer, prevenir y tratar mejor esta enfermedad respiratoria de los niños muy pequeños, que suele ser benigna.

Existen muchos productos para poder mantener el cuidado de las vías respiratorias de los más pequeños.

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria vírica aguda que afecta a los bronquiolos menores, denominados bronquiolos, en niños pequeños menores de 2 años y especialmente en lactantes menores de 8 meses. La mayoría de las veces está causada por el virus respiratorio sincitial (VRS), que puede vivir durante varias horas en objetos o en la piel. Se transmite por la saliva, los estornudos, la tos, el equipo o las manos sucias. A menudo se encuentra en zonas poco ventiladas, y vivir en una comunidad también favorece su propagación.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre bronquitis y bronquiolitis? La bronquitis afecta a los grandes bronquios de los niños mayores, los adolescentes y los adultos, mientras que la bronquiolitis afecta a las ramas respiratorias muy pequeñas de los niños menores de 2 años. Algunos niños pueden ser propensos a un segundo episodio de bronquiolitis en su vida. A partir del tercer episodio, el médico buscará sistemáticamente la presencia de asma asociada.

¿Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis?

 La bronquiolitis suele comenzar con un simple resfriado y tos. Debido a la inflamación causada por este virus en los bronquiolos, los síntomas se convierten en molestias respiratorias con respiración rápida, sibilante y ruidosa, que a veces puede ir acompañada de una ligera fiebre de 38 a 39°C.

Los bronquios se obstruyen con secreciones que el niño pequeño no puede eliminar. En esta fase de la enfermedad, el niño puede tener dificultades para comer o dormir. Los síntomas mejoran en pocos días (8-10 días), pero puede persistir una tos residual durante otras dos semanas antes de desaparecer por completo.

¿Cuándo hay que preocuparse por la bronquiolitis?

 Sin complicaciones, la bronquiolitis se cura en un plazo de 7 a 10 días. El tratamiento prescrito por el médico consiste esencialmente en tratar los síntomas y solo se administran antibióticos si hay una sobreinfección de la patología por bacterias.

Es importante acudir al médico en el plazo de un día:

  • Si el bebé tiene menos de 3 meses.

  • Si el bebé respira de forma espasmódica, si está agitado, bebe poco y deja los biberones.

  • Si el bebé tiene sibilancias.

  • Si la fiebre aumenta y el bebé parece tener dolor en uno o ambos oídos.

  • Si los síntomas empeoran después de una primera consulta (por ejemplo, si aumenta la fiebre o las secreciones se vuelven purulentas).

 Se debe consultar inmediatamente a un servicio médico de urgencia marcando el 061:

  • Si el niño tiene mucha dificultad para respirar, si respira rápidamente y se cansa.

  • Si el comportamiento del niño cambia.

  • Si los labios o las uñas del niño se vuelven azules o si están pálidos.

  • Si la respiración se ralentiza gradualmente y el niño parece dormirse.

  • Si el niño permanece somnoliento y se niega a beber o comer.

  • Si el niño tiene vómitos o diarrea.

  • Si el niño tiene menos de 6 semanas.

  • Si tiene menos de 3 meses y ha nacido prematuramente, o ya ha sufrido problemas respiratorios.

  • Si tiene una enfermedad cardíaca o crónica.

¿Cómo prevenir y tratar la bronquiolitis infantil?

 Una serie de sencillas precauciones pueden limitar los riesgos de transmisión de esta enfermedad altamente contagiosa.

¿Cómo prevenir la bronquiolitis infantil?

Para reducir el riesgo de contaminación de un bebé durante una epidemia, hay que seguir algunas normas de higiene:

  • Lávese las manos y las de otros niños antes de tocar al bebé o utilice una solución de gel hidroalcohólica.

  • Evita besar a tu bebé en la cara y, en su lugar, dirígete a la zona del cuello o del cuerpo si estás resfriada. También es mejor llevar una mascarilla cuando se cuida al bebé.

  • No saques a tu bebé antes de los 3 meses de edad a lugares concurridos, como los supermercados, o a espacios reducidos, como el transporte público.

  • Recuerda ventilar las habitaciones lo máximo posible y no calentarlas por encima de los 19 °C.

  • Procure enjuagar la nariz de su bebé con suero fisiológico en caso de rinofaringitis.

  • No olvides lavar todo el material del bebé después de cada uso: tetinas, cucharas, biberones, etc.

¿Cómo tratar la bronquiolitis en un bebé?

Los primeros pasos a dar son:

  • Haz que el niño beba a menudo y en pequeñas cantidades

  • Reparte las comidas

  • Eleva ligeramente el pecho del bebé con un cojín colocado bajo su colchón

  • No fume en presencia del bebé

  • Vigilar la temperatura y bajar la fiebre si el niño parece sufrirla.

En general, el médico solo prescribe lavados nasales y fisioterapia respiratoria para tratar la bronquiolitis.

Su médico sabe cómo diagnosticar y tratar la bronquiolitis de su hijo. No dude en pedir consejo a su médico sobre los signos de gravedad y el seguimiento. La gestión de la bronquiolitis se apoya tanto en el fisioterapeuta como en el tratamiento instaurado por su médico, sin olvidar los gestos adecuados que aliviarán a su hijo. Gracias a este tratamiento, las visitas a urgencias y la hospitalización son muy poco necesarias. 

En el caso de las formas más graves, puede ser necesaria la hospitalización, ya que la bronquiolitis sigue siendo la principal causa de ingresos hospitalarios de los bebés durante el invierno. Si tiene la más mínima duda sobre el estado de su hijo, consulte a su médico sin demora.