No solo en verano: Cómo proteger tu piel de los daños solares en las estaciones de esquí y en la montaña

No solo en verano: Cómo proteger tu piel de los daños solares en las estaciones de esquí y en la montaña

Es un error común asociar el uso del fotoprotector solar únicamente con el verano, cuando el sol parece más fuerte y la exposición es más directa. Sin embargo, durante el invierno también estamos expuestos a los efectos de la radiación ultravioleta, especialmente en la montaña o durante actividades al aire libre como el esquí. Aunque la sensación térmica sea más fría, los rayos solares siguen siendo potentes y pueden dañar la piel si no tomamos precauciones.

En esta época del año, el esquí se convierte en el deporte estrella para muchos amantes del aire libre. Es una forma divertida y saludable de mantenerse activo, pero requiere tener en cuenta ciertos factores para disfrutarlo de manera responsable. En las estaciones de esquí, el clima puede cambiar rápidamente y, aunque las temperaturas sean bajas o el cielo esté nublado, la radiación ultravioleta sigue presente y el riesgo de quemaduras solares continúa siendo alto.

A ello se suma la altitud: por cada 1.000 metros de ascenso, la radiación solar aumenta entre un 10% y un 12%, ya que la atmósfera filtra menos los rayos UV. Además, la nieve actúa como un espejo natural, reflejando hasta el 80% de la radiación solar. Esto significa que no solo recibimos la radiación directa del sol, sino también la que rebota en la superficie blanca, lo que multiplica su efecto. Como resultado, zonas aparentemente protegidas —como los labios, el mentón, las orejas o el contorno de los ojos— también pueden sufrir quemaduras.

La exposición prolongada a los rayos UV puede provocar enrojecimiento, irritación, envejecimiento prematuro de la piel e incluso aumentar el riesgo de cáncer cutáneo. Por eso, en 2025, la protección solar sigue siendo esencial también en invierno. Tal y como recuerda Mar Santamaría, responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, “cuidar la piel en la nieve es igual de importante que hacerlo en la playa; solo cambiamos el escenario, no el riesgo”.

Consejos clave para una protección óptima de la piel durante la temporada de invierno  

No solo en verano: Cómo proteger tu piel de los daños solares en las estaciones de esquí y en la montaña
  1. Antes de lanzarnos a las pistas, es conveniente aplicar una buena cantidad del fotoprotector facial que utilicemos habitualmente por las mañanas. Para saber la cantidad mínima adecuada que hay que aplicar, podemos utilizar el truco de los 2 dedos. 

  2. Un solo uso no es suficiente. Durante la jornada, debemos ir reaplicando la fotoprotección para no quemarnos. En este sentido, los formatos en stick son muy prácticos, perfectos para llevarlos encima y reaplicar en cualquier momento.

  3. No debemos olvidarnos de zonas especialmente sensibles como nariz, zonas con manchas, cicatrices o lesiones post-acné, si queda descubierta, y labios. En este sentido, también existen formatos específicamente para uso labial y con SPF (aunque, en muchos casos, también nos pueden servir los sticks faciales citados anteriormente):.

  4. Siempre utilizar gafas de sol, y es imprescindible que estas tengan buena protección contra la radiación ultravioleta y que estén homologadas. 

  5. La nieve ejerce un efecto espejo: hace que nos llegue una cantidad adicional de radiación solar sobre la piel, por lo que, al final de la jornada, para reparar e hidratar bien la piel que ha estado expuesta al frío, es aconsejable aplicarnos una crema o bálsamo bien nutritivo y emoliente sobre la piel limpia. Para zonas especialmente secas o agrietadas, podemos aplicar una fina capa de vaselina antes de ir a dormir.  

Seguir estos consejos puede ayudarte a proteger la piel y la de tus seres queridos, especialmente, la de los más pequeños.