
Imagina que un día te despiertas con un dolor de oído tan intenso que sientes que un pequeño tamborero se ha instalado en tu cabeza. No solo eso, sino que también has estado sintiendo fiebre, y detrás de tu oreja, un bulto ha decidido hacer su aparición como un intruso no invitado a la fiesta. Si alguna vez has tenido una otitis media, este dolor puede ser un recordatorio de que las bacterias son las verdaderas fiesteras no deseadas que a veces se cuelan en nuestro cuerpo.
Pero, ¿sabías que esto puede llevar a una complicación aún más seria llamada mastoiditis? En esta guía, desglosaremos qué es la mastoiditis, cómo se puede reconocer y, lo más importante, qué hacer al respecto. Te prometemos que después de leer esto, te convertirás en un experto en evitar que esos pequeños invasores tomen el control de tu bienestar auditivo. ¡Vamos a convertirnos en tus propios defensores de la salud!
¿Qué es la mastoiditis?
Definición y causas
La mastoiditis es una infección que afecta la apófisis mastoides, una estructura ósea ubicada detrás del oído, que se conecta al oído medio. La enfermedad generalmente se origina como una complicación de otitis media, una infección del oído que puede extenderse a la mastoides. Esta condición se desarrolla cuando las bacterias invaden el tejido óseo, lo que puede llevar a la destrucción del hueso y formación de abscesos.
Los síntomas comunes incluyen dolor de oído, fiebre, enrojecimiento e hinchazón detrás de la oreja y, en casos severos, pérdida de audición. La mastoiditis puede ser aguda, que ocurre repentinamente, o crónica, desarrollándose lentamente a lo largo del tiempo, lo que puede dificultar su diagnóstico.
Factores de riesgo
Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar mastoiditis. Entre ellos se incluyen:
Infecciones recurrentes del oído: Las personas que sufren de otitis media con frecuencia tienen más probabilidades de desarrollar mastoiditis.
Edad: La enfermedad es más común en niños, aunque puede afectar a personas de cualquier edad.
Sistema inmunológico comprometido: Aquellos con enfermedades que debilitan el sistema inmunológico pueden ser más susceptibles a infecciones.
Exposición a ambientes insalubres: Situaciones donde hay un mayor riesgo de infecciones respiratorias pueden contribuir al desarrollo de la mastoiditis.
Falta de tratamiento oportuno: No tratar adecuadamente una infección del oído puede llevar a complicaciones como la mastoiditis.
Tomar medidas para prevenir la otitis media, como vacunarse contra la gripe y el neumococo, puede ser un paso importante para reducir el riesgo de mastoiditis.
Síntomas de la mastoiditis
Síntomas comunes
La mastoiditis puede presentar varios síntomas comunes que son indicativos de su presencia. Entre estos, se destacan:
Dolor de oído: Un dolor persistente en el oído afectado es uno de los primeros síntomas. Este dolor puede variar de leve a intenso y a menudo se agrava al tocar o presionar la zona.
Fiebre: La fiebre es una respuesta común del cuerpo a la infección. En casos de mastoiditis, la temperatura puede ser elevada, superando los 38°C (100.4°F).
Inflamación y enrojecimiento: Se puede observar hinchazón y enrojecimiento detrás de la oreja afectada. Esto es una señal de que el tejido está inflamado y puede indicar que la infección se está propagando.
Drenaje: En algunos casos, puede haber secreción de líquido o pus del oído afectado, lo que sugiere que la infección está activa y necesita atención médica.
Pérdida de audición: La mastoiditis puede afectar la función auditiva, provocando una pérdida temporal de audición en el oído afectado.
Es importante reconocer estos síntomas a tiempo, ya que un tratamiento temprano puede prevenir complicaciones más serias.
Síntomas graves
En algunos casos, la mastoiditis puede progresar a una forma más grave y presentar síntomas que requieren atención médica inmediata. Estos síntomas incluyen:
Dolor intenso: Un aumento significativo en el dolor de oído que no responde a analgésicos comunes puede ser un indicativo de que la infección está empeorando.
Fiebre alta: La fiebre que no disminuye, incluso con tratamiento, o que supera los 39°C (102.2°F), puede ser señal de una infección más severa.
Dificultad para mover el cuello: La rigidez en el cuello o dificultad para mover la cabeza puede indicar que la infección se ha expandido hacia las membranas que rodean el cerebro.
Cambios neurológicos: Síntomas como confusión, somnolencia excesiva o pérdida de la conciencia son alertas graves que indican que la infección podría estar afectando el sistema nervioso central.
Secreción con mal olor: Un drenaje del oído que tiene un olor fétido puede ser signo de una infección seria que necesita atención inmediata.
Si experimentas cualquiera de estos síntomas graves, es crucial buscar atención médica de inmediato para evitar complicaciones potencialmente mortales.
Diagnóstico de la mastoiditis

Métodos de diagnóstico
El diagnóstico de la mastoiditis se lleva a cabo a través de una combinación de evaluación clínica y pruebas específicas que permiten identificar la presencia de esta infección. Al acudir a un profesional de la salud, es probable que se realicen los siguientes pasos:
Historia clínica y examen físico: El médico comenzará preguntando sobre los síntomas, como fiebre, dolor de oído, pérdida de audición o secreción del oído. También examinará el oído y la mastoides (la parte ósea detrás del oído) para detectar hinchazón o enrojecimiento.
Otoscopia: Esta prueba consiste en examinar el canal auditivo y el tímpano utilizando un otoscopio. Permite al médico observar cualquier signo de infección en el oído medio que pueda estar relacionado con la mastoiditis.
Imágenes por resonancia magnética (IRM) o tomografía computarizada (TC): Estas pruebas de imagen son esenciales para evaluar la extensión de la infección y determinar si se ha propagado a estructuras adyacentes. La TC es particularmente útil para ver el hueso mastoideo y detectar cualquier complicación asociada.
Cultivo de fluidos: Si hay secreción del oído, se puede tomar una muestra para un cultivo. Esto ayuda a identificar el tipo específico de bacteria responsable de la infección, guiando el tratamiento adecuado.
Pruebas adicionales
Además de los métodos de diagnóstico básicos, pueden ser necesarias pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico de mastoiditis y evaluar su gravedad. Estas pruebas pueden incluir:
Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis para verificar signos de infección, como un aumento en el recuento de glóbulos blancos. Esto puede ayudar a indicar si la mastoiditis es aguda o crónica.
Audiometría: Una prueba de audición que evalúa el grado de pérdida auditiva que podría estar provocada por la infección. Esto es especialmente importante si el paciente presenta dificultad para escuchar.
Pruebas de función del oído interno: En algunos casos, se pueden realizar pruebas que evalúan cómo el oído interno está funcionando, lo que puede ser crucial si hay sospecha de complicaciones que afecten el equilibrio o la audición.
Estas pruebas adicionales no solo ayudan a confirmar el diagnóstico, sino que también proporcionan información valiosa sobre el alcance y la gravedad de la enfermedad, lo que es relevante para determinar el tratamiento más adecuado.
Tratamiento de la mastoiditis
Tratamiento médico
El tratamiento médico para la mastoiditis se centra en combatir la infección y aliviar los síntomas. Generalmente, se inicia con el uso de antibióticos, que son importantes para erradicar la bacteria responsable de la infección. La elección del antibiótico dependerá del tipo de bacteria identificada, si se hace un cultivo, o del médico si no se identifica. Es importante seguir el tratamiento completo, incluso si los síntomas mejoran antes de terminar el medicamento, para evitar recaídas.
Además de los antibióticos, se pueden prescribir analgésicos para manejar el dolor y la fiebre. En casos de tinnitus, se pueden recomendar tratamientos específicos que ayuden a reducir la incomodidad. También es esencial mantener un seguimiento médico para evaluar la evolución de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.
Ejemplo: Si un paciente presenta síntomas como fiebre alta, dolor intenso detrás del oído o secreción del oído, es crucial acudir al médico para la prescripción adecuada de antibióticos y analgésicos.
Tratamiento quirúrgico
Cuando el tratamiento médico no es suficiente para controlar la mastoiditis, puede ser necesario recurrir a un tratamiento quirúrgico. Este enfoque se utiliza especialmente en casos más severos o cuando hay complicaciones, como abscesos. La intervención más común es la mastoidectomía, un procedimiento en el que se elimina parte del hueso mastoides afectado para drenar la infección y prevenir su propagación.
Durante la cirugía, también se puede reparar el tímpano si ha sufrido daños. La cirugía suele ser efectiva y puede ayudar a restaurar la audición en casos donde la infección ha causado pérdida auditiva. Sin embargo, siempre se evaluará primero la posibilidad de tratamiento médico antes de optar por la cirugía.
Ejemplo: Si un paciente presenta complicaciones como meningitis o abscesos cerebrales debido a la mastoiditis, es esencial considerar una mastoidectomía para aliviar la presión y eliminar la infección.
En conclusión
La mastoiditis es una infección grave que puede surgir como complicación de la otitis media, destacándose por sus síntomas distintivos como el dolor intenso de oído y la fiebre. Conocer su definición, síntomas y tratamientos disponibles es importante para actuar con rapidez y eficacia. La detección temprana y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones severas, mejorando así la prognosis y la salud auditiva del paciente.