El aceite esencial de lavanda contiene derivados terpénicos, alcoholes terpénicos libres, alcanfor, cumarina, nerol, linalol, α-pineno, β-pineno, borneol, eucaliptol, limoneno, taninos, saponinas, además de ácidos capróico, cumarínico, glicólico, valérico, ursólico e isobutírico. Actúa como un potente cicatrizante y regenerador cutáneo, debido al alto contenido en taninos. Debido a su contenido en ácido rosmarínico también tiene función antioxidante.