Condimento perfecto para endulzar postres, bizcocho, infusiones o café, sustituyendo el tradicional azúcar blanco. Además su poder para endulzar es mucho mayor que el del azúcar blanco ya que se obtiene directamente de la fruta o la miel. Es muy soluble y de fácil digestión por lo que es apto para todas aquellas personas que no sufran problemas de glucosa.