La albahaca (Ocimum basilicum) se asocia de entrada con el sabor de la cocina mediterránea, si bien es originaria de la India, donde se suele consagrar a la deidad de Vishnu y se emplea a fondo en la medicina ayurvédica, junto a la muy similar albahaca sagrada o tulsi. Muy utilizada en cocina para la famosa salsa de pesto pero además en recetas de pasta y ensaladas, con ingredientes como tomate, limón o aceite de oliva, resulta delicioso su sabor penetrante, que algunos consideran picante. Contiene un aceite esencial rico en estragol, cineol y eugenol, flavonoides y saponósidos.
Se considera digestiva, aperitiva, carminativa y antiespasmódica. Favorece la digestión, disminuyendo los gases, la pesadez abdominal, la flatulencia y los calambres gastrointestinales. Alivia las náuseas y el mal sabor de boca. Como diurético actúa frente a la retención de líquidos y la oliguria. Suaviza la garganta en toses espasmódicas e irritativas. Y contribuye a calmar las jaquecas, sobre todo las de origen digestivo o hepático, y los dolores espasmódicos de la menstruación.