La harina de espelta es una fuente rica en vitaminas, B1, B3, B6, B9 y E y en potasio, fósforo, magnesio, hierro, zinc y manganeso. Se puede utilizar para elaborar panes o otro tipo de masas como pizza y como alternativa a la harina de trigo. Tiene una textura gruesa y un aroma a cereal que le dará un toque diferente a las recetas.