Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. Durante el periodo de utilización de esta asociación se han producido los siguientes efectos adversos: Efectos adversos frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 10 pacientes): Trastornos gastrointestinales, como úlcera gástrica, úlcera duodenal, sangrado gastrointestinal, dolor abdominal, molestias gástricas, náuseas, vómitos. Trastornos respiratorios, como dificultad para respirar, espasmo bronquial, rinitis. Urticaria, erupciones cutáneas, angioedema (inflamación e hinchazón que afecta a la cara, labios, boca, lengua o garganta, que puede causar dificultad al tragar o respirar) y picor. Trastornos del sistema nervioso: Somnolencia, vértigos, mareos. Trastornos de la sangre y sistema linfático: Hipoprotrombinemia (alteración de la coagulación) cuando se administra en dosis altas. Efectos adversos poco frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 100 pacientes): Síndrome de Reye en menores de 16 años con procesos febriles, gripe o varicela (ver sección 2. Qué necesita saber antes de empezar a tomar Rinomicine). Trastornos hepáticos, especialmente en pacientes con artritis juvenil. Anemia. Trastornos en el sistema nervioso: confusión (especialmente en pacientes de edad avanzada), euforia, nerviosismo, intranquilidad (especialmente en niños y en pacientes de edad avanzada), falta de sueño, dolor de cabeza, comportamiento extraño.
Efectos cardiovasculares: alteraciones en el pulso (palpitaciones, taquicardia), elevación de la presión de la sangre (hipertensión), que a veces puede ser grave (crisis hipertensivas), opresión en el pecho. Dificultad para orinar. Sequedad de boca, nariz o garganta. Visión borrosa. Disminución de la motilidad gastrintestinal. Efectos adversos raros (pueden afectar hasta 1 de cada 1.000 pacientes): Malestar, bajada de tensión (hipotensión). Alteraciones de la coagulación. Aumento de los niveles de las transaminasas del hígado. En tratamientos de larga duración y con dosis altas, pueden aparecer: mareos, ruidos en los oídos, sordera, sudoración, dolor de cabeza, confusión, y problemas de riñón. El tratamiento debe ser suspendido inmediatamente si el paciente nota algún episodio de sordera, ruidos en los oídos o mareos. En pacientes que han presentado reacción alérgica al ácido acetilsalicílico y a otros antiinflamatorios no esteroideos pueden producirse reacciones anafilácticas o anafilactoides (reacciones alérgicas generalizadas). Esto también podría suceder en pacientes que no han mostrado previamente hipersensibilidad a estos fármacos. En caso de que se produjera este tipo de reacción deje de tomar el medicamento y consulte a su médico inmediatamente. En pacientes de edad avanzada es más probable que se produzca confusión, dificultad para orinar, somnolencia, mareos y sequedad de boca, nariz o garganta. En niños y en pacientes de edad avanzada es más probable que se produzcan pesadillas, excitación no habitual, nerviosismo, inquietud o irritabilidad.