La mayoría de cremas y tratamientos para las varices contienen entre sus ingredientes principales la vitamina K, que favorece la coagulación sanguínea, fortaleciendo las paredes venosas y reduciendo la visibilidad de las varices y arañas vasculares. Además, las cremas antivarices también contienen otros ingredientes activos, como e cinc, el colágeno o la elastina, que ayudan a mantener las venas y capilares en buen estado.
Para obtener resultados positivos, debemos utilizar tratamientos de forma constante y aplicar cremas antivarices todos los días, directamente sobre la zona afectada y masajear de forma circular hasta que la piel absorba por completo la crema para varices. Aunque también es recomendable mantener una dieta sana y equilibrada, incluyendo alimentos ricos en vitamina K, además de hacer ejercicio físico habitualmente y utilizar medias de compresión.