Las cremas de día contienen menos ingredientes activos que las cremas de noche, hidratan el cutis en profundidad, suelen contener protección solar y algunas de ellas también aportan un toque de color a nuestra piel. Las cremas de día nos aportan nutrientes esenciales que mejoran el funcionamiento dérmico, al mismo tiempo que hidratan el rostro, dejándolo suave y protegido durante todo el día.
Gracias a las cremas de día, conseguiremos mantener una correcta humectación, ya que la piel pierde mucha agua a lo largo del día, lo que puede provocar la aparición de arrugas o un envejecimiento acelerado de la dermis. Para un conseguir un cutis perfecto, es recomendable utilizar una crema día y otra diferente durante la noche. ¡Descubre el tratamiento perfecto para tu piel!